La Semana Santa de Zamora: un ansiado regreso que presentará la restauración de dos de sus grandes iconos

La cofradía también ha llevado a cabo una remodelación del icónico manto de la virgen

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Imagen de la Virgen de la Esperanza subiendo Balborraz Foto: María Lorenzo
Imagen de la Virgen de la Esperanza subiendo Balborraz Foto: María Lorenzo

Los dos años en los que las cofradías no han podido procesionar por las calles de Zamora, no han sido tiempo de asueto, sino que muchas de las cofradías zamoranas han aprovechado para llevar a cabo acciones que, en otras ocasiones, no se pueden llevar a cabo, bien sea por el mayor número de gastos anuales o porque hay que dedicar los esfuerzos a otras iniciativas del día a día. Es por ello que estos dos años han servido, en muchos casos, para llevar a cabo restauraciones de las imágenes de devoción zamoranas.

Jesús del Vía Crucis ha llevado a cabo la restauración de las dos imágenes que procesionan el Martes Santo, tanto del Nazareno de San Frontis como de la Virgen de la Esperanza, que en este 2022 mostrarán el resultado de la intervención después de que los trabajos hayan eliminado los daños del paso del tiempo e, incluso, los que la meteorología les haya podido provocar. La intervención se ha llevado a cabo gracias al convenio entre la Junta Pro Semana Santa y el Centro de Conservación de Simancas. 

Restauración del Nazareno de San Frontis 

La intervención del Nazareno de San Frontis se ha focalizado en solventar los daños estructuras de la pieza, mejorar los anclajes y poner a punto las propias articulaciones de la talla. Además, se han consolidado otros daños de la pieza como alguna espina de la corona que porta el cristo. 

Se ha procedido también a una limpieza superficial de la talla ya que, por el contrario de la Virgen de la Esperanza, alcanzar la policromía original de esta talla es muy complicado ya que ha sido objeto de muchas intervenciones a lo largo de su historia.

También se acordó no indagar hasta la policromía original del cristo "por no modificar en demasía el aspecto de la talla ya que se perdería la imagen que tienen los zamoranos de esta talla, siendo esta una norma no escrita en intervenciones de imágenes que tienen tanto valor", asegura Juan Carlos Álvarez, encargado de la restauración de ambas tallas

Los trabajos enfocados en el Nazareno de San Frontis ya han finalizado y será esta Semana Santa de 2022 cuando la imagen recorra de nuevo las calles en una Semana Santa que no se olvidará nunca. 

Intervención de la Virgen de la Esperanza

Los trabajos de restauración se han centrado en la estructura de la Virgen que sufría también un deterioro y su 'baile' encima del paso era ya inestable por lo que los anclajes han sido otro de los puntos en los que se ha puesto mayor empeño. 

En el trabajo de restauración de la propia talla se está procurando acceder a la policromía original de las carnaciones ya que la Esperanza ha sufrido repintes a lo largo de su historia. Las lágrimas de la Virgen, ya amarillas por el material utilizado y el pasado del tiempo, así como sus pestañas también serán intervenidas, puesto que son otros de los detalles que más han sufrido con el paso del tiempo. 

Una de las novedades de esta intervención es la implantación de sistemas que protejan a la talla de los alfileres utilizados en el proceso de vestir y desvestir a la Virgen. De esta forma se asegura una conservación mejor de la imagen en procesos propios de su preparación para el desfile. 

Los resultados de esta restauración también serán visibles en esta nueva Semana Santa, ya que la intervención de una de las imágenes más queridas por los zamoranos aún no ha terminado. 

Nuevo manto para la Virgen 

La Virgen de la Esperanza no sólo mostrará en 2022 su estado tras la restauración, sino que además procesionará con su nuevo manto de terciopelo. Es que el manto de la Virgen de la Esperanza es una de las piezas más singulares de la Semana Santa de Zamora y es por ello que las directivas de la Cofradía de Jesús del Vía Crucis y de la Esperanza han decidido sustituirlo para que la virgen luzca en todo su esplendor. El manto de terciopelo verde se estrenó hace treinta años, a principios de la década de los noventa y en estas tres décadas ha sufrido un importante desgaste del que eran conscientes las directivas que han decidido cambiarlo.

"Sufría un deterioro importante porque quizás no se ha conservado del todo bien todos estos años. A simple vista parece que el manto se encuentra en buen estado, pero no es así" reconocía el presidente del Vía Crucis Emilio Ferrero en la presentación de esta intervención en el verano de 2021 con el tiempo suficiente para que en este 2022 la Virgen de la Esperanza pudiera estrenarlo.

El proyecto del cambio de manto ha supuesto adquirir el nuevo manto de terciopelo y traspasar los bordados y estrellas existentes, además de sustituir también aquellos bordados que estaban en mal estado. Ese traspaso de bordados lo ha realizado la empresa leonesa afincada en Madrid Labanda Urbano, que ya rehabilitó el manto de Nuestra Madre de las Angustias.

 

 

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