¿Qué novedades trae este año la hermandad?
Este año no tenemos ninguna novedad relevante respecto a la hermandad. Lo único destacable es que tendremos que cambiar el recorrido ante el riesgo de derrumbe de una vivienda en la Rúa de los Notarios.
¿Cuál es la salud económica y social de la hermandad?
Económicamente la cofradía está bien. El año pasado subimos las cuotas y estamos mejor. Gracias a eso, ahora hay más posibilidades de hacer cosas. Queremos restaurar los libros, que son en su gran parte del siglo XVII, XVIII y XIX. Y es que son el Patrimonio más valioso de la Hermandad, al margen del Cristo. Y si en su momento la Junta Pro Semana Santa hace convenio con Simancas y se pueden incluir nuestros libros, los metemos; sino lo haremos nosotros. En cuanto a la salud social, este año han ingresado 20 nuevos hermanos. La implicación de los hermanos es buena, estamos contentos con su participación a los actos que organizamos.
¿Qué papel juega la Semana Santa en el desarrollo de Zamora?
Durante muchos años era una fuente de ingresos para los comerciantes fundamental. La hostelería llegaba al 75 por ciento de los ingresos del año. De cara al futuro si conseguimos ir haciendo el Museo de Semana Santa como está en el proyecto lograremos hacer algo singular que atraiga a la gente cualquier fecha del año. Sería fundamental para Zamora desde el punto de vista turístico. Supondría desarrollo de la ciudad y provincia.
¿Alimento o plato que más le guste típico de Semana Santa?
Bacalao a la tranca
¿A quién le recomendaría que viniera a ver la Semana Santa?
Me gustaría que viniera el Papa Francisco. Estuve cuando se le hizo la invitación formal y presencial en 2015, en el encuentro internacional de cofradías y hermandades y religiosidad popular. Se le entregó un obsequio de la Junta Pro Semana Santa.