Paralelamente a las obras de construcción del nuevo museo, los responsables de la Semana Santa tienen que programar qué hacer con todos los elementos que se encuentran actualmente en el espacio expositivo. Grupos escultóricos, documentos, estandartes, túnicas, objetos… Durante veinte meses, las obras serán integrales en el museo. Así, lo existente se derribará por completo y sobre el terreno se levantará el nuevo museo de dos plantas, más sótano.
De esta forma, se prevé que sea únicamente una Semana Santa la que no se pueda desarrollar con normalidad, impidiendo que las imágenes salgan desde el Museo de Semana Santa por encontrarse en obras. En concreto, si todo va como está previsto, esa Semana Santa sería la de 2021.
En este sentido, la presidenta de la Junta Pro Semana Santa, Isabel García, ha explicado que la solución que se prevé es la de la colocación de una carpa gigante en una zona cercana para poder colocar ahí los pasos en la salida y entrada de las procesiones que tiene este punto neurálgico como parte fundamental de su recorrido “y no entorpecer el funcionamiento habitual de estas procesiones”.
Igualmente, Isabel García avanzaba que durante el tiempo que duren las obras, los grupos escultóricos y enseres se repartirán entre los diferentes templos y salas de la capital.