La cofradía de Jesús Nazareno presentaba este sábado en el museo de Semana Santa de Zamora la remodelación del grupo escultórico de ‘Las Tres Marías y San Juan’. Una remodelación que se centra principalmente en dos aspectos: el cambio de la estructura de madera a aluminio y el cambio del suelo del grupo escultórico.
En primer lugar, se decidió el cambio de material en la estructura al estar muy afectada la madera y ser el aluminio un material mucho más apropiado para aguantar tanto el peso de las figuras como los avatares del paso de los años y de las condiciones meteorológicas y climáticas.
Por otro lado, el cambio del suelo ha sido a cedro. De esta forma, de corcho se pasó a pino y ahora se ha decidido pasar a cedro (tanto Atlántico como de Brasil), ya que es una madera mucho más resistente y, en teoría, que combate mejor la temida presencia de los xilófagos. Al levantar las figuras para colocar el nuevo suelo, la cofradía ha decidido separar un poco las figuras del grupo escultórico “para que queden como las pensó en un primer momento su autor”, explicaba el presidente de la cofradía, Calvo Bartolomé.
Igualmente, las figuras también han sido retocadas ligeramente. Con el visto bueno de la restauradora Patricia Ganado, que es la que realiza las restauraciones profundas en los pasos de Jesús Nazareno, los tallistas decidieron decapar las figuras y aplicarle una cera natural “para que se proyecte una imagen más velada” de las figuras, exponía Javier García de Castro, uno de los artistas encargados de realizar estos cambios.
El propio De Castro también explicaba que tanto la estructura lateral, como el suelo, como las figuras han tenido que ser tratadas de forma importante para eliminar los xilófagos. En un primer momento se aplicó un fase de choque con gas y luego una doble fase con productos de ataque y protección. Con el cambio, el suelo está en mayor consonancia con las figuras y da una imagen de “madera viva, que permite ver de forma más clara las vetas de la madera”, añadía De Castro.
En el proceso también participó Ricardo Flecha, que insistió en la importancia de pasar a la madera de cedro y en la imagen de sincronía que existe ahora entre el suelo y las figuras tras un trabajo que se ha extendido desde el final de la Semana Santa de 2019 hasta el las primeras semanas de 2020.
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