De un tiempo a esta parte, se han puesto de moda las furgonetas de venta de comida en la calle, conocidas como 'food truck', dado su origen estadounidense, y que permiten cocinar y vender los productos de forma inmediata al cliente en la vía pública. "En vez de eso, nosotros tenemos nuestra 'Music Truck'. La idea es ir con la furgoneta, pararnos en algún lugar del centro de la ciudad, tocar y marcharnos. Y vamos a ser fieles a ese planteamiento inicial".
Con esta idea arranca, a partir de las diez de la noche de este miércoles, una nueva edición de Galería Viva, que vuelve a contar con Javier Martín Denis como organizador y que incorpora al percusionista Miguel Ángel García como artista zamorano y de amplio bagaje internacional: "Cada vez que venía, hablábamos de lo que se podría hacer aquí, porque el espacio es perfecto. Luego, Javi hizo magia, habló con quien tenía que hablar, consiguió el dinero y lo hizo posible", explica el músico residente en Basilea (Suiza).
De este modo, y con su furgoneta, Miguel Ángel García sorprenderá al público, a eso de las diez de la noche, con un concierto de media hora en un punto aún por determinar del centro y que se conocerá cuando vaya acercándose la hora de la actuación. El artista repetirá ese mismo 'juego' el jueves y el viernes: "La idea es promocionar el espectáculo del sábado en la Catedral y el Castillo", subraya el percusionista.
Allí, ya en una actuación con siete obras, el zamorano se mostrará en todo su esplendor: "Será un concierto con movimiento y en el que no hará falta hablar. Lo importante son la música y el sitio. Una cosa potenciará a la otra", resalta Miguel Ángel García, que acompañará su espectáculo con imágenes y que alternará instrumentos con objetos, como dos cámaras pequeñas, e incluso con fases de la puesta en escena en las que simplemente saltará: "Tienes una paleta gigante para escoger", señala el artista.
Además, los espectadores contarán con un mapa para poder seguir la actuación que se irá moviendo desde la Plaza de la Catedral a diversos puntos del Castillo, al son de obras de Steen-Andersen, Sartorius, Schnebel, Bernal, Aperghis, Reich o Xenakis: "El laboratorio de pruebas de este concierto fue el último recital que di en el conservatorio de Basilea", narra Migel Ángel García, que destaca "la atmósfera" del espectáculo como elemento esencial para salir airoso. Su trayectoria le avala; su casa le espera.