El pasado 30 de octubre se hacía oficial. Fernando Valera se convertía en nuevo obispo de Zamora. No obstante, no ha sido hasta este sábado 12 de diciembre cuando ha tomado posesión en La Catedral de la capital zamorana.
A las puertas de La Catedral, antes de acceder al interior, el deán, José Ángel Rivera, le ofrecía la Cruz de Carne para que la venerase con una inclinación. Una vez en el interior del templo, el obispo electo rezaba en la capilla del Santísimo, continuaba por la nave norte y se detenía en el trascoro para orar frente a la tumba de su predecesor, Gregorio Martínez Sacristán; a continuación, se revestía en la sala capitular para salir en procesión con el resto de obispos y sacerdotes hasta el altar.
La celebración la presidía el nuncio, Bernandito Auza, y estuvo acompañado en el altar por otros cinco obispos para respetar el metro y medio de distancia entre ellos. En el inicio, el administrador diocesano, José Francisco Matías, daba la bienvenida a Valera a la Diócesis de Zamora, explicando que es una diócesis enclavada dentro de la España Vaciada. Tras eso, ofreció las claves, los números y los datos de la diócesis, mostrando las dificultades existentes, incidienco en la preocupación por la crisis vocacional existente.
“Pedimos la intercesión de los santos Atilano e Ildefonso, patronos de la Diócesis y de la ciudad de Zamora, respectivamente; para que su ministerio entre nosotros sea fecundo. Que el coraje del primero y la clarividencia del segundo le acompañen en su tarea episcopal. Que el Señor le bendiga y acompañe siempre”, finalizaba en esa bienvenida José Francisco Matías.
Avanzada la celebración, el Nuncio Apostólico en España, Bernardito C. Auza, también se dirigía a Fernando Valera, haciendo hincapié en tres verbos: enseñar, santificar y apacentar, a la vez que hacía un guiño a la importancia de la Semana Santa en Zamora, como forma de la provincia de vivir esa Pasión de Cristo. Eso dio paso a las promesas del nuevo obispo, las letanías a los santos, la imposición de las manos, la unción de la cabeza, que daba paso a la imposición de los diferentes símbolos: evangelios, anillo, mita y báculo.
Para finalizar, Fernando Valera tomaba posesión de la cátedra para iniciar la liturgia eclesiástica ya como obispo de la Diócesis de Zamora.
Fernando Valera ya es obispo de Zamora
En una celebración que se extendió durante dos horas, Fernando Valera tomaba este sábado posesión como obispo de Zamora.
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