Suerte que los cimientos del Ramos Carrión son resistentes ante las carcajadas del público que disfruto ayer del espectáculo 'Piensa en Wilbur' que no dejó indiferentes a nadie durante su más de hora y media de espectáculo.
Un espectáculo que estuvo plagado de acrobacias, humor y riesgo, mucho riesgo; la única manera en la que Wilbur sabe vivir.
Con una técnica y un físico fuera de lo común, creó situaciones imposibles dejando al público anonadado. Acompañado de sus amigos inseparables: Contractura, Tirón y Desgarro demostró que la acrobacia no es solo un deporte.