Enrique Llamas nació en Zamora en 1989. A los diecisiete años se trasladó a Madrid, donde reside actualmente, para estudiar Ciencias de la Información. Tras formarse en el mundo de la radio en programas de contenido cultural, se ha especializado en la comunicación de las artes visuales. Colabora habitualmente en diversos medios realizando entrevistas y escribiendo sobre literatura y teatro y continúa muy ligado al mundo universitario coordinando encuentros literarios entre escritores y estudiantes.
‘Los Caín’ es su primera novela y zamora24horas charlaba con él tras la presentación de su novela en la Biblioteca Pública de Zamora.
Después de estar en varias zonas de España presentando la novela, ¿qué supone para usted presentarla ahora en Zamora?
Me hace mucha ilusión porque Zamora es mi casa y la biblioteca también es mi casa. He sido usuario de la biblioteca desde que tengo uso de razón. Recuerdo perfectamente la biblioteca antes de la reforma, con las escaleras antiguas. Aquí empecé a conocer escritores con los encuentros que realizan todos los otoños. Y uno siempre sueña con imaginarse subido en esa tarima y hoy por fin se ha hecho realidad.
¿Cómo decide dar el paso de ser un ávido lector a ser escritor?
Es normal que tengas necesidad de escribir si has sido lector y tienes una personalidad imaginativa o creativa. Yo en mi casa siempre he tenido libros, así que salí por ahí. Si hubiera tenido una colección de cine hubiera querido hacer cine y hubiera sido una faena porque hacer cine es caro (risas), pero escribir no. Publicar es otra cosa. Creo que en mi caso forma parte de un proceso natural y vocacional no comercial.
¿Cuál fue la chispa que encendió ‘Los Caín’?
Fue en el verano de 2010, los ciervos de la Sierra de la Culebra empezaron a morir, cosa que era importante porque mucha gente de la zona come de la carne de ciervo y aseguraban no tener trabajo ese año. Entonces las autoridades tardaron mucho tiempo en adivinar qué es lo que pasaba y en ese tiempo yo imaginé otra historia en la cabeza que es la que está en el libro.
¿Dónde trascurren los hechos?
No concreto cuál. Urbanísticamente el pueblo es La Hiniesta, que es mi pueblo, el pueblo mi abuelo materno, pero yo le cambio el nombre y lo traslado a la zona de Villardeciervos para que la historia tenga más sentido. Por su puesto ninguno de los sucesos que yo cuento tuvieron lugar en La Hiniesta
¿Qué más podrá encontrar el lector en la novela?
Hay más sucesos reales que me cuenta mi padre, que es maestro de escuela, en sitios rurales y yo enebro y coso según me convenga para narrar esta historia. Algunos dejo claros que son sucesos reales y otros no los digo para sembrar un poco la duda y que la gente pueda dejar volar la imaginación.
¿Qué papel juega el lector?
El lector tiene que pasar a ser un poco detective, entre otras cosas porque no hay detectives, hay una pareja de la Guardia Civil que trata de mantener la calma y una persona que pregunta, que es el protagonista Héctor pero al que no quieren contar nada. Intento que el lector se ponga de parte de ese protagonista para que sean ellos mismos los que sean los detectives.
¿Qué parte de realidad y ficción hay en la novela?
Yo intento que la frontera entre ficción y realidad se difumine porque me parece que es el objetivo que debemos llevar a cabo. Entiendo que la ficción es una herramienta para entender la realidad, con lo cual cuanto más cerca y más se cruce con la realidad desde mi punto de vista es mejor. Entonces difumino esa frontera lo máximo posible para el lector se sienta identificado y dude qué es lo que esté dentro y qué es lo que está fuera de las páginas. Eso me parece muy interesante.