Tras más de setenta años de permanencia ininterrumpida en la diócesis de Zamora, los salesianos se marchan de la capital zamorana. Como agradecimiento a los zamoranos, este martes a las 12.00 horas se celebraba una eucaristía de acción de gracias en la iglesia de María Auxiliadora que presidía el obispo diocesano, Fernando Valera.
En el mes de septiembre, los religiosos dejarán la diócesis de Zamora y cada uno de ellos se trasladará a su nuevo destino para iniciar una nueva tarea al servicio de la Iglesia. Por eso, y ante lo mucho que los salesianos han hecho por varias generaciones de zamoranos, el aforo de la iglesia se completó en apenas unos minutos.
“Gracias a toda la comunidad salesiana, esta iglesia de Zamora os quiere de corazón y quiere que hoy sintáis la fuerza de nuestro amor”, comentaba en su homilía el obispo, Fernando Valera, para despedir a los salesianos de la diócesis. Además, añadía: “Solo podemos tener una palabra de profundo agradecimiento por vuestra disponibilidad, por vuestro hacer la voluntad de Dios, vuestra entrega cotidiana a los jóvenes, vuestra alegría, vuestro abandono en las manos del Señor. Vuestra fe sostiene a esta iglesia en esta comunidad y nos da fuerzas”.
Por último, monseñor Valera finalizaba con una cita de Don Bosco: “Un pedazo de paraíso lo arregla todo”, a lo que agregaba: “Y ese pedazo de paraíso está aquí, sembrado con palabras de evangelio. Y todo desaparece menos nuestra gratitud”, zanjaba.
Tras eso, antiguos alumnos tomaban la palabra para despedir a la congregación de Zamora: “Más de 5000 alumnos hemos convivido con vosotros, por eso nuestra eterna gratitud para todo lo que nos habéis dado”, comentaba Eutimio Contra, antes de que el inspector de los salesianos despidiera a esta congregación de Zamora: “Tenemos que seguir siendo una familia para seguir respondiendo al anuncio del Evangelio. Gracias por todos los que han sido memoria viva de Don Bosco”.
Así finalizaba una celebración tremendamente emotiva, con muchas lágrimas y sobre todo multitud de recuerdos que se agolpaban en la mente de cada una de las muchas personas que durante todos estos años han tenido relación, de una forma u otra, con esta comunidad de salesianos en Zamora.