¿Qué novedades trae este año el desfile procesional?
En principio no hay novedades, mantenemos todos puntos del recorrido de siempre. Hemos intentado que la entrada del Martes Santo fuera más digna con la puerta de la iglesia de San Frontis un poco más grande, pero no se ha conseguido llegar a tiempo. Otra novedad a nivel de cofradía es que en octubre bajamos los precios de entrada a los hermanos menores de catorce años.
¿Cuántas altas se han producido y cuál es el número actual de hermanos?
Este año se han producido unas cincuenta altas, aunque se siguen produciendo porque no hay lista de espera. Somos en torno a 2.040 hermanos. Se está fomentando que haya gente joven.
¿Qué momento es el más especial dentro de la procesión como presidente?
El momento más importante de la cofradía es el rezo de las estaciones, pero no hemos conseguido que los hermanos estén orgullosos de él. No hemos dado con la tecla para que no se haga demasiado largo. Buscamos que sea un momento cumbre de la Semana Santa a la altura del Miserere, por ejemplo, y ahora mismo estamos muy alejados.
¿Está la Semana Santa donde debe estar o ha perdido terreno con respecto a otros años, en relación a la visibilidad turística?
Yo la veo como otros años. Es verdad que no evolucionar hace que otras ciudades nos logren alcanzar. Quizás el problema es que no estemos todos yendo hacia el mismo lado. Todos hablamos de Semana Santa global, pero para algunos eso es que les paguen las bandas y quitarse problemas de encima, y otros pensamos lo contrario, que las cofradías sean autosuficientes y la Junta Pro ayude a expandir la Semana Santa, sino nos quedaremos anclados. Ayudar a nivel museo, a nivel de publicidad, a nivel de promoción. Cada uno tenemos una opinión.
¿Con qué iglesia de Zamora te quedas?
Me quedo con la nuestra, la de San Frontis, porque de ahí sale el Nazareno. Es de barrio pero estamos orgullosísimos de ella.