Tras la finalización de la Santa Misal en la Catedral, los presentes en el acto salían a la Plaza de la Catedral. También acudían las cofradías de Zamora, a quien el Obispo daba un mensaje durante la homilía.
El sol radiante acompañaba a los niños y niñas recién comulgados cargados de pétalos que lanzarían al aire cuando el Santo Sacramento hizo aparición.
Los familiares y devotos permanecían fuera del recinto de la S.I. Catedral mientras el Obispo proseguía con los rezos y los cánticos y daba las gracias a todos los niños y niñas así como a sus familiares por haberlos llevado a celebrar la festividad del Corpus Christi.
A pesar de la polémica en torno a la celebración este año y de que la procesión no tuviera finalmente lugar, eran cientos zamoranos que se reunían en la Catedral entre las cofradías de Semana Santa, de las hermandades y asociaciones de fieles, y de los fieles católicos zamoranos.
La tradición y música Ppopular tampoco faltaban a la cita e iniciaban una comitiva por las calles céntricas de la ciudad. La Negra, Ramón, El Turco y el Abuelo encabezaban el desfile desde las alturas.