Se trata de uno de los actos preparatorios más llamativos de la Semana Santa que cada año congrega a decenas de curiosos que no quieren perderse este momento. A través del tradicional sistema de poleas colocado en la parte trasera del coro de la Catedral, el Cristo sobrevuela la Seo ante la mirada tensa, a la vez que sorprendida, de los presentes para ser descendido a la mesa.
Con la ayuda de varios hermanos y expertos en la materia, la talla de un incalculable valor vuela por la Catedral de Zamora para acabar reposando en el lugar desde el que será expuesto a toda la ciudadanía por las calles de la capital.
De esta manera, el Santísimo Cristo de las Injurias ya aguarda en la Catedral sobre su mesa para acompañar a los hermanos en el silencio del Miércoles Santo.
FOTO: Instagram La Santa Merienda.
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