Con sus lógicos altibajos y más logros que fracasos, este coro litúrgico se ha mantenido y mejorado gracias a sus componentes, gestionados, dirigidos y arengados por "Miguel", su director, y gracias a su esposa "Tati", que ha mantenido la ilusión y la constancia durante tantos años.
Una gran familia generada en el ejemplo de vida, que siguen sintiéndose plenos al juntarse con y por ellos, desde mayores de 65 años a jóvenes de 14 años. Generaciones completamente distintas y aun así influenciadas y agradecidas por el buen hacer de una pareja zamorana que es un referente.