Como cada domingo posterior al de Resurrección, la campa de Valderrey se ha llenado de romeros dispuestos a disfrutar de una jornada festiva de convivencia al aire libre. Este año, especialmente, pues el tiempo ha acompañado y el sol y las buenas temperaturas han propiciado una gran afluencia de romeros pese a coincidir con la jornada electoral, puesto que muchos aprovecharon las primeras horas del día para ejercer su derecho a voto.
Desde primera hora de la mañana, con la llegada de la procesión, los romeros han ido poblando la zona. La mayor parte de ellos lo ha hecho a pie, como manda la tradición; otros han optado por utilizar el servicio especial de autobuses del Ayuntamiento; y algunos se han desplazado en coche, ganando popularidad también la bicicleta, en una jornada con más aglomeraciones que el año pasado, cuando la amenaza de lluvia echó para atrás a algunos de los habituales.
Este calor también ha desencadenado la intervención de los servicios sanitarios puesto que el servicio de emergencias acudió a la campa de Valderrey para atender a un hombre que había sufrido un desmayo. Una pequeña incidencia dentro de todo un recorrido que se ha salvado sin mayores altercados y que ha dado paso a la tradicional misa y la convivencia en una de las primeras citas del calendario romero.