La llegada de la Navidad trae consigo decenas de tradiciones que los ciudadanos cumplen de manera escrupulosa. Una de ellas es la colocación del belén navideño en algunos de los hogares, en edificios públicos y también al aire libre. En este último caso, y por cuarto año consecutivo, un grupo de amantes de la naturaleza y de las largas caminatas por el bosque de Valorio viene realizando un belén navideño junto al riachuelo.
Desde hace unos días las figuras del misterio ya lucen en este maravilloso y natural enclave. Año tras año, el número de figuras se va ampliando y se va conformando un escenario mucho más amplio. Un escenario del que no solo disfrutan el grupo de personas que participan en su construcción, sino todos los zamoranos que utilizan este enclave para realizar actividades al aire libre.
La parte negativa de estar ubicado en un espacio abierto es que también está expuesto a varios desalmados que tienen la tentación de sustraer algunas piezas de este belén; que si bien no son especialmente caras, su ausencia sí que desluce la instantánea que se pretende reproducir.