La Asociación Bajo Duero volvía a acercar la historia a los zamoranos. En este caso fue en una nueva edición de ‘Tarde de Romances’ en el Museo Etnográfico de Castilla y León, que cedió su espacio puesto que en el de la organización no se disponía de sitio suficiente para albergar al público.
Una selección de romances fue acercada a los zamoranos de una manera doble: por una parte, se explicaba la historia de estos géneros y cómo han podido sobrevivir hasta el día de hoy, por ejemplo, a través de figuras como Ramón Menéndez Pidal o su esposa, María Goyri. Además, quedaba la parte de la ejecución, en la que algunos de los asistentes se levantaba de su asiento para cantar estas historias del romancero tradicional.
En esta ocasión la asociación dio un paso más allá con la puesta en escena, una representación renovada que se entremezclaba con las salas del Museo Etnográfico de Castilla y León, “pero sin perder de vista el respeto hacia el pasado”.
Bajo Duero quiso una vez más hacer un homenaje a la memoria “de todos aquellos que trabajaron por rescatar los tesoros de este género narrativo”. La intención de la asociación era que los asistentes recorrieran cada una de las plantas del museo a la vez que escuchan las historias de amor, odio o de engaño que se cuentan en el romancero.
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