El condenado padece un trastorno pedófilo pero que "no compromete sus bases mentales, ni las facultades cognitivas ni volitivas", como recoge la sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del TSJCyL que ratifica el fallo anterior de la Audiencia de León.
El hombre, nacido en 1996, realizó estos contactos a menores de 11 y 12 años a través de la red social Instagram entre diciembre de 2017 y enero de 2018 con su perfil 'Lbinstaxs' y el nombre de Carlos.
Según ha mostrado la sentencia, les ofrecía dinero a los menores que recibirían "después de que le hicieran una felación", algo que ninguno de ellos aceptó, una circunstancia que ha provocado que el TSJCyL le haya condenado como autor criminalmente responsable de un delito continuado de corrupción de menores a la pena de cuatro años y un día de prisión, junto con su inhabilitación durante siete años y un día para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido que conlleve contacto regular y directo con menores de edad.
Por último, al condenado se le ha impuesto "la medida de libertad vigilada durante cinco años" una vez abandone prisión y la prohibición de aproximarse a menos de 100 metros y de comunicarse con uno de los menores durante cinco años y un día.