El consejero de Medio Ambiente y Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha destacado los "éxitos" de la Junta frente a la "estricta protección" del lobo y ha advertido de que el Gobierno está "arrinconado" y "tendrá que revertir la situación".
En el marco de una visita a Gallegos de Altamiros (Ávila) a propósito del programa Rehabitare, Suárez-Quiñones ha contestado así a los medios de comunicación al ser preguntado por la situación del lobo en la Comunidad.
El consejero ha insistido en que se han dado pasos "importantes" en este ámbito, como "convencer a los países que integran el Convenio de Berna para que se cambie el estatus del lobo", un "punto de partida que propiciaría" que se rebaje a una protección sencilla la protección del lobo en zonas como Ávila, equiparando así la situación a la que había anteriormente al norte del río Duero.
El segundo logro, según Quiñones, es el censo creado y actualizado, que ha puesto de manifiesto "lo que todo el mundo sabía", el incremento de las manadas de lobo en Castilla y León, de 170 a 193 desde el último estudio.
En este sentido, ha precisado que en Ávila se ha producido un aumento al pasar de 8 a 15 "manadas muy activas", que promueven "ese incremento importantísimo de daños que se ha producido desde que el Gobierno impidió" el control.
Suárez-Quiñones ha advertido de que el Gobierno "está arrinconado" porque tiene a Europa, los datos y a las asociaciones agrarias en contra, por lo que "tendrá que revertir" los "controles" y la situación generada, con "más de 5.500 cabezas de ganado muertas en un año en Castilla y León, siendo Ávila la provincia donde más se producen los ataques".