El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha denunciado que el hecho de que solo haya una enfermera al frente de una de las trece nuevas consejerías de Sanidad demuestra que la incuestionable solvencia y cualificación de las enfermeras y enfermeros para asumir altas responsabilidades de gestión sigue siendo “invisible” para los responsables públicos.
SATSE critica que los nuevos presidentes de los gobiernos autonómicos no hayan sido sensibles a la demanda planteada por la organización sindical antes de las elecciones autonómicas del pasado mes de mayo, con la única excepción de la presidenta del Gobierno de Baleares, Francina Armengol i Socias, que ha seguido confiando en la enfermera Patricia Gómez i Picard para dirigir la Consejería de Salud y Consumo dada su acreditada y positiva gestión al frente de la sanidad pública de la comunidad autónoma.
El Sindicato de Enfermería recuerda que, en la actualidad y tras la renovación de 13 consejerías autonómicas, de los 17 responsables de Sanidad en las comunidades autónomas, un total de once son médicos, dos son abogadas, dos son graduadas sociales, una es economista y una enfermera.
“Se da la lamentable paradoja de que las enfermeras y enfermeros son el colectivo profesional sanitario más numeroso y garantista de la continuidad en la atención sanitaria y cuidados dentro del Sistema Nacional de Salud, realizando, además, labores de gestión y planificación en los centros sanitarios, pero su presencia es prácticamente inexistente en los altos puestos de responsabilidad administrativa”, señalan desde la organización sindical.
Una grave ausencia de enfermeras y enfermeros que se produce también en otros cargos de responsabilidad sanitaria en nuestro país (direcciones generales, gerencias de salud…) y de otros ámbitos, como el político o de representación institucional (partidos, Congreso de los Diputados, Senado…), apuntan desde SATSE.
En este sentido, el Sindicato subraya que las enfermeras y enfermeros de nuestro país han experimentado en los últimos años un incuestionable desarrollo a nivel formativo, profesional y laboral que no ha ido parejo con un avance en el ámbito directivo y de responsabilidad administrativa y política en los órganos de poder para cambiar a mejor la sanidad pública.
Una situación que, a juicio de SATSE, responde a que su incuestionable solvencia, competencia y cualificación sigue siendo prácticamente invisible para responsables públicos y políticos. “En discursos y eventos públicos reiteran, una y otra vez, las bondades de la profesión enfermera pero finalmente no lo demuestran con hechos”, añaden desde la organización sindical.
De otro lado, desde el Sindicato se resalta el hecho de que la profesión de Enfermería es ejercida de forma mayoritaria por mujeres, con las consiguientes dificultades que éstas siempre han tenido para poder romper determinados “techos de cristal” y alcanzar cargos de responsabilidad en la mayoría de los ámbitos profesionales, directivos y políticos.
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