El traficante ocupará este próximo martes, día 26 de mayo, el banquillo de la Audiencia de Valladolid, donde sin embargo no se celebrará juicio sino una breve comparecencia, presencial, en la que O.O. se limitará a ratificar el acuerdo alcanzado con la acusación pública, consistente en dos años de cárcel y 1.500 euros de multa, frente a los cuatro años y medio y los 2.000 euros recogidos en el escrito de calificación original, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Su detención se produjo como consecuencia de las pesquisas, seguimiento y 'pinchazos' telefónicos efectuados al citado individuo, que en sus contactos con algunos de los clientes, durante las conversaciones mantenidas por teléfono, utilizaba términos de "camisetas" o "media caña", jerga característica de los traficantes.
El citado individuo, carente de antecedentes penales, utilizaba para su actividad delictiva un turismo marca BMW. Los agentes que participaron en su seguimiento le imputan una docena de pases de droga a otros tantos clientes entre los meses de enero y febrero de 2019.
En el momento de su detención, en poder del acusado y con destino para su actividad ilícita de venta, se le intervinieron una bolsa de plástico que contenía en su interior diez envoltorios anudados con alambre verde, todos ellos sustancia pulverulenta de color blanco que resultó ser cocaína (3,96 gramos de peso), una báscula de precisión marca Tanita y recortes de plástico y dinero.
En el interior de su domicilio, situado en el barrio de Pajarillos, fueron encontrados el día 28 de febrero de 2019 un monedero de color negro con 14 envoltorios con arandelas verde y conteniendo todos ellos sustancia blanca pulverulenta y algún trozo sólido con un peso neto de 6,83 g de cocaína, una bolsa de auto cierre con 0,95 gramos de cannabis, 700 euros, varios recortes de plástico y otra bolsa con 25 jeringuillas, entre otros efectos.
Pacta dos años de prisión un vendedor de 'coca' que contactaba por Whatsapp y Facebook con sus clientes
Un varón cuya identidad responde a las iniciales O.O. ha aceptado una condena de dos años de prisión por delito contra la salud pública, tras confesar que entre 2018 y 2019 repartió cocaína entre sus clientes habituales con los que se comunicaba casi siempre por Whatsapp y Facebook.
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