El empleo es una herramienta esencial para que las personas más vulnerables se alejen del riesgo de exclusión social y se integren en la sociedad en igualdad de oportunidades. No obstante, la situación previa a la obtención de un puesto de trabajo es compleja, por lo que se precisa de una intervención pública para allanar el camino hacia el mercado laboral. En este contexto, entran en juego los itinerarios de inserción sociolaboral, que impulsa la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades y cofinancia la Unión Europea a través del Fondo Social Europeo (FSE).
La directora general de Familias, Infancia y Atención a la Diversidad, Esperanza Álvarez, ha visitado uno de los cuatro itinerarios que implementa la entidad Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga –Aclad– en Valladolid, a través del cual se está formando a personas en riesgo de exclusión en el servicio de Ayuda a Domicilio. Con 72.000 euros de subvención concedida en la última convocatoria –18.000 euros por itinerario–, imparten dos sobre la citada atención a personas mayores y dependientes en su vivienda y otros dos sobre operaciones básicas de cocina.
El que hoy ha visitado la directora general es un itinerario prelaboral, que comenzó el 12 de septiembre y finaliza el próximo 29 de noviembre. De acuerdo con lo establecido en la regulación, un itinerario no puede durar menos de 200 horas, al que acudirán entre 12 y 16 personas, que serán perceptoras de Renta Garantizada de Ciudadanía o Ingreso Mínimo Vital o, directamente, se encuentran en situación de riesgo o en exclusión social.
Este curso no sólo se centra en la formación profesional, es decir, en enseñar a los usuarios las técnicas correspondientes para ejercer de cuidadores en el servicio de ayuda a domicilio –para lo cual hay oportunidades laborales en una Comunidad con un alto porcentaje de mayores–, sino que va más allá: se trata de dar un enfoque integral y personalizado, instruyendo a los participantes también en competencias personales. Éstas van desde la gestión de la propia autopercepción –autoestima, autoconocimiento, imagen de marca personal…–, las relaciones con otras personas –comunicación asertiva o trabajo en equipo– y la forma de afrontar las dinámicas laborales –adaptabilidad y flexibilidad, responsabilidad, gestión del tiempo, resolución de conflictos, gestión de las emociones y toma de decisiones–.
Junto con esto, también se ofrece orientación para la activación y búsqueda de empleo, acompañamiento en los procesos de intermediación laboral, seguimiento en el caso de lograr un empleo y prevención de riesgos laborales. En definitiva, mediante la formación profesional, personal y laboral, se prepara el terreno de manera completa para que los usuarios puedan acceder con garantías al mercado de trabajo.
Estos itinerarios impartidos por Aclad finalizan con la elaboración de un diagnóstico de empleabilidad de cada uno de los participantes, basado en 13 indicadores, como por ejemplo la adicción al consumo de alcohol u otras drogas, el autocuidado, el nivel de habilidades sociales adquirido, la situación judicial o el tiempo que lleva sin trabajar y los motivos.
Convocatoria de 2024
En la última convocatoria resuelta el pasado verano, la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades concedió una cuantía global de 2.840.000 euros, cofinanciados al 50 % entre la Junta y el Fondo Social Europeo. Con estos fondos, se van a desarrollar un total de 155 cursos, 25 de ellos en pequeños municipios. De todos ellos se benefician 2.170 personas. En total, desde 2018, se han financiado 760 itinerarios para 10.640 usuarios mediante un importe total de 13.579.500 euros.
Se pretende que estos cursos ejerzan de trampolín al mercado de trabajo como fórmula clave para que, sobre todo, estas personas puedan integrarse socialmente y abandonar esa situación de vulnerabilidad y de exclusión. Los profesionales realizan acciones personalizadas de información, valoración, diagnóstico, orientación, formación, acompañamiento y seguimiento, para que los participantes puedan reactivar su proyecto de vida.
De acuerdo con los datos de los últimos itinerarios impartidos, el 17 % de los participantes ya trabajan en las cuatro semanas posteriores a la finalización, un porcentaje que aumenta hasta el 18 % a los seis meses.
Los itinerarios de integración sociolaboral son un tipo de recurso esencial integrado en la ‘Red de Protección a las Familias Más Vulnerables’, impulsada y coordinada por la Junta de Castilla y León y en la que participan los municipios de más de 20.000 habitantes –cuyos ayuntamientos tienen competencia en materia de Servicios Sociales– y las entidades del Tercer Sector.
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