El periodo medio de pago a proveedores se situó en Castilla y León en los 23,52 días en abril, frente a los 21,73 del mismo periodo de 2022 y los 26,78 de 2021, lo que supone un ascenso de dos respecto al último año. La Junta abonó sus facturas, no obstante, con más diligencia que la media de las autonomías españolas, donde este indicador se situó en los 25,88 días de media, según los datos difundidos hoy por el Ministerio de Hacienda y Función Pública, recogidos por Ical.
Castilla y León fue la octava mejor pagadora en abril, por detrás de Extremadura (9,08), Galicia (10,89), Andalucía (15,54), Cantabria (18,53), Madrid (19,48), País Vasco (19,65) y Aragón (22,26). En el extremo opuesto se sitúa Murcia (80,68), Canarias (37,02) y Asturias (32,29).
Los datos indican que el ratio de operaciones pagadas se situó en la Comunidad en 21,54 días y el de operaciones pendientes de pago ascendió a 27,04 días, por debajo de los 23,01 y 29,92 días de la media nacional. El PMP del Ejecutivo autonómico en las operaciones sanitarias se situó en los 21,72 días, 2,64 más que en marzo de 2023, frente a una media autonómica de 27,31, donde se incrementó en 2,07 días.
Además, la deuda no financiera de Castilla y León se situó en el tercer mes en los 375,32 millones de euros, el 0,55 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), frente a una media de las autonomías del 0,86 por ciento (12.157,3 millones). Esta deuda subió un 23,85 por ciento en comparación al dato de marzo, algo que contrasta con el conjunto de las comunidades, donde aumentó el 5,29 por ciento.
Por lo que se refiere a la deuda comercial, en la Comunidad alcanzó los 159,45 millones de euros, el 0,24 por ciento del PIB, frente a una media del 0,27 por ciento en el conjunto autonómico en España (3.792,3 millones). La deuda comercial de la Comunidad bajó un 9,24 por ciento, concretamente en 16,22 millones, y la media global en España creció un 10,13 por ciento (348,94 millones menos).