Los farmacéuticos de Castilla y León quieren recordar a los ciudadanos en vísperas del Día Europeo del Uso Prudente de los Antibióticos la importancia de hacer un consumo responsable de los mismos, con el fin de evitar el desarrollo cada vez más frecuente de peligrosas resistencias bacterianas. Desde el CONCYL (Consejo de Colegios Profesionales de Farmacéuticos de Castilla y León) hacen hincapié en la utilidad de los antibióticos y el problema que suponen las resistencias a los mismos por su uso excesivo o inadecuado. De ahí que sea necesaria la prescripción y el cumplimiento del tratamiento para así preservar su efecto durante más tiempo en la sociedad.
A este respecto, el presidente del CONCYL, Carlos Treceño, recuerda que "las oficinas de farmacia no pueden dispensar antibióticos sin receta, que no se pueden abandonar los tratamientos antes de tiempo y que gripes, catarros o resfriados no están provocados por bacterias, sino por virus, por lo que el uso de antibióticos no está indicado". El objetivo final de todas estas recomendaciones es que los antibióticos sigan siendo eficaces.
Los antibióticos son un tipo de medicamentos que pueden destruir las bacterias o impedir su crecimiento para así curar las infecciones. Existen más de 15 grupos diferentes de antibióticos que se diferencian en su estructura química y su acción contra las bacterias. Su descubrimiento fue uno de los grandes éxitos de la medicina, puesto que han salvado muchas vidas, pero su efecto puede verse disminuido si se toman incorrectamente.
El diagnóstico y la prescripción garantizan la mejor selección del antibiótico adecuado a cada situación, optimizando los resultados terapéuticos y reduciendo a un mínimo el riesgo de efectos adversos debidos al antibiótico.
Pero además existe un problema adicional que puede experimentar el paciente que toma el antibiótico: las resistencias bacterianas. Estas resistencias a los antibióticos por parte de las bacterias pueden ocurrir de manera natural como consecuencia de mutaciones en los genes de una bacteria, pero lo que realmente acelera la aparición de resistencias es el uso excesivo o inadecuado de antibióticos.
Desde el CONCYL se advierte que este problema va en aumento. La introducción de antibióticos en la práctica clínica, tanto para uso humano como veterinario, ha permitido un tratamiento eficaz de la mayoría de los procesos infecciosos bacterianos de nuestro entorno. Sin embargo, el desarrollo de las resistencias a los antibióticos y la escasez de tratamientos alternativos constituye en la actualidad el mayor problema de salud pública a nivel mundial.
Se estima que en España más de 4.000 muertes anuales son debidas a bacterias multirresistentes, cifras que alcanzan los 25.000 casos si nos referimos a toda la Unión Europea, con unos costes añadidos de aproximadamente 1.500 millones de euros por cuidados extra hospitalarios, cuidados médicos y pérdidas en la productividad.