Dice un refrán que el que avisa no es traidor pero es que ni avisando los salmantinos se esperaban la violencia del agua que ha caído durante apenas veinte minutos en Salamanca durante esta tarde. La lluvia apareció y lo hizo de manera torrencial anegando de agua la totalidad de las calles de Salamanca y obligando a extremar la precaución ante unas calles vacías de peatones.
No en vano, los Bomberos ya se han podido ver en varias calles intentando achicar un agua que corría con mucha fuerza por algunas calles, especialmente aquellas con pendiente. Además, el granizo que caía junto el agua también ha provocado más problemas.
Muchos conductores optaban por parar y echarse un lado ante las dificultades para la conducción, ya no solo por la visión, escasa, sino también por el famoso aquaplanning. Aquel que lo hacía, se movía despacio, intentando controlar la dirección para evitar males mayores.
Las calles céntricas estaban impracticables e, incluso, se han llegado a 'borrar' los pasos de peatones ante los ríos creados. Calles como el paseo de la Estación, Álvaro Gil, paseo de Carmelitas, Crespo Rascón y la Vaguada de la Palma no han dado a basto y el agua llegaba a salir incluso por las alcantarillas. En otras calles, incluso, se han abierto del todo para intentar achicar agua.
Otras vías directamente no eran circulables, como es el caso de la calle Mallorca y la calle de José Lamano Beneite, completamente inundadas.
Edificios privados y casas también se han visto afectados. El barrio Vidal, que comúnmente también ha tenido problemas, ha sido uno de los barrios más afectados, así como el gimnasio del paseo de la Estación, como se puede observar en las fotografías. También el pabellón situado en el Rosa Colorado se anegaba de agua a través de goteras ante la violencia de la lluvia.
La luz, asimismo, ha sufrido estragos en varios puntos de la ciudad como en el centro. De hecho, hasta los semáforos se han llegado a apagar en algunas zonas. También el agua en otros vecindarios.