Los implicados en la Operación 'Sperandia' se enfrentan a delitos contra la salud pública, de falsedad documental, de intrusismo profesional y de pertenencia a grupo criminal, informa el Instituto Armado.
La investigación se inició el pasado mes de agosto en el ámbito de la Operación Pangea XI, coordinada por la Guardia Civil en el marco de Europol y dedicada a la lucha contra el tráfico ilegal de medicamentos.
A raíz de una inspección llevada a cabo por el Seprona en un comercio dedicado a actividades veterinarias en Burgos, se descubrieron importantes anomalías e irregularidades al observar que se expedían recetas a nombre de explotaciones ganaderas "inactivas" del País Vasco y Cantabria.
Sin embargo, llamaba la atención el hecho de que éstas no eran las destinatarias reales de los medicamentos, bien porque su titular no poseía ya la explotación que figuraba en las recetas o por no ser cliente de esa comercial.
Las pesquisas demostraron que estas recetas eran validadas por tres veterinarios diferentes, los cuales al parecer firmaban las recetas a solicitud del dueño de la comercial sin realizar tratamiento alguno a los animales.
Tras las primeras investigaciones se verificó que casi 500 medicamentos habían salido de la comercial con destino desconocido, amparados por la firma de veterinarios que finalmente han sido investigados por falsedad de documento oficial y pertenencia a grupo criminal.
A raíz de este descubriendo se intensificó la investigación, para averiguar el destino de estos y otros medicamentos, cuya administración es exclusiva de veterinarios, de lo que han resultado investigados por intrusismo profesional cinco ganaderos en las provincias de Burgos y Palencia.
Así, ha sido detenido J.C.N.F. (45), e investigados a L.MM (32), S.T.S. (42), S.A.G. (69), F.T.A. (71), L.M.N.T. (56), F.A.C. (61), J.L.C.R. (64), A.C.D.(58) F.J.C.D. (62), F.B.R.(65), A.H.V.(22) , J.P.M.(39).
La operación ha sido dirigida por el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Burgos, donde han sido entregadas las diligencias y coordinada por la Sección del Seprona de la Comandancia de Burgos.
Se ha contado con la colaboración de la Diputación de Vizcaya, la Junta de Castilla y León, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y el Consejo de Colegio de Veterinarios de España.
Según los expertos de los organismos competentes consultados, las irregularidades señaladas conllevan un uso indebido de medicamentos sujetos a prescripción veterinaria, debido a la ausencia de un adecuado control, supervisión y responsabilidad de los profesionales sanitarios, tanto en la dispensación de medicamentos (farmacéuticos), como en la prescripción de dichos medicamentos (veterinarios). De modo que estos hechos podrían ocasionar graves e innecesarios riesgos para la sanidad animal, la salud humana y el medio ambiente.
Este tipo de actividades ilícitas, donde existe un uso incorrecto de medicamentos que tienen como principio activo antibióticos, podría ocasionar el desarrollo de resistencias antimicrobianas con los riesgos asociados, no sólo para medicina veterinaria, sino también humana. El desarrollo de bacterias resistentes a este tipo de medicamentos constituye una de las amenazas más serias para la salud pública.
Al objeto de evitar este tipo de prácticas ilícitas, la Guardia Civil está intensificando los controles sobre prescripción de medicamentos veterinarios con destino a explotaciones ganaderas para prevenir la dispensación irregular con destino a animales de abasto, concluye el comunicado.