Desarticulado un grupo itinerante de Europa del Este que perpetró varios robos en viviendas de Salamanca

Agentes de Policía Nacional han desarticulado en Salamanca un grupo organizado itinerante dedicado a cometer robos con fuerza mediante la técnica del bumping. Han detenido a sus miembros, seis varones de nacionalidad georgiana, como presuntos autores de más de una decena de robos con fuerza cometidos en diez días. Se investiga si realizaron robos en otras provincias de la comunidad.

 Sin título 22
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Cinco de los detenidos eran de la misma ciudad de Georgia y se habían desplazado juntos a España, instalándose en Salamanca pocos días antes de la comisión de varios robos con fuerza en esa misma ciudad. Los investigados estaban altamente especializados y su modus operandi consistía en colocar marcadores en las puertas de los pisos para asegurarse de que no había moradores y, posteriormente, acceder al interior mediante el método bumping y sustraer objetos de valor con fácil salida en el mercado ilícito.

La investigación, según ha detallado la Comisaría de la Policía Nacional de Salamanca en la mañana de este jueves, 1 de agosto, comenzó cuando los investigadores tuvieron conocimiento de que se habían producido, en Salamanca más de una decena de robos con fuerza en apenas diez días. Además, percibieron que todos ellos se habían cometido en una misma zona –en viviendas próximas al parque Picasso de esta ciudad- y con un modus operandi similar: en todos los casos habían colocado un hilo de pegamento entre la puerta de la vivienda y el marco superior de la misma y habían accedido al interior sin ocasionar daños.

Reconocidos gracias a una cámara de vigilancia


Con el avance de la investigación, los agentes determinaron que había dos grupos de varones, de nacionalidad georgiana, alojados en dos pisos de Salamanca. Asimismo, observaron que la estancia de los investigados coincidía temporalmente con el inicio de los robos con fuerza en viviendas de esta ciudad.

Por ello, establecieron un dispositivo que permitió localizar a dos varones saliendo de un portal y a otros tres saliendo de otro, uniéndose estos últimos a los primeros. En ese momento, los agentes reconocieron a dos de ellos como los presuntos autores de un robo cometido días antes. El reconocimiento fue posible gracias a una cámara de vigilancia que había instalada en una de las viviendas, en la que se les ve con la cara descubierta manipulando la cerradura de la puerta, accediendo al interior, y abandonando el domicilio media hora después.

Los agentes identificaron y detuvieron a los investigados, cinco varones de nacionalidad georgiana de entre 30 y 35 años de edad, y localizaron entre sus pertenencias 12 ganzúas que les fueron intervenidas. Asimismo, registraron los dos pisos en los que se alojaban e incautaron relojes, 1.234 euros en efectivo, y numerosos paquetes y botes de adhesivo, entre otros objetos.

En uno de los registros, los agentes localizaron a un sexto varón, igualmente de nacionalidad georgiana, que también fue detenido por pertenencia al mismo grupo criminal. Todos los arrestados, a excepción de uno de ellos que vivía en España desde 2016, eran de la misma ciudad de Georgia y habían abandonado su país el mismo día para trasladarse a Salamanca en un vehículo alquilado.

Actividad delincuencial metódica y seleccionada

Este tipo de grupos organizados se caracteriza por tener un carácter itinerante y gran movilidad por todo el territorio nacional. Además, sus miembros están altamente cualificados y sus funciones y tareas se encuentran perfectamente definidas y repartidas.

Antes de perpetrar un robo, los ahora detenidos escogían las viviendas en las que iban a robar y colocaban marcadores en sus puertas. Estas marcas consisten en un hilo de pegamento o silicona que une la puerta con una de las esquinas del marco superior. Son difíciles de detectar y les permiten saber si los moradores se encuentran o no en su interior. Una vez cerciorados de que el piso estaba vacío, manipulaban la cerradura mediante el método bumping, que consiste en golpear una llave maestra con un martillo u objeto contundente para hacer vibrar los pitones del bombillo hasta que enrasan. De esta forma, consiguen la apertura de la puerta sin causar daños. A continuación, accedían al interior para registrarlo y sustraer el dinero y las joyas.

Los efectos que sustrae este tipo de organizaciones -joyas, dinero y relojes, principalmente-, de fácil salida en el mercado ilícito, son entregados a uno de los miembros de la organización que se encarga de trasladarlos al piso de seguridad, lugar desde el que se desplazan y en el que custodian tanto los efectos robados como el material que utilizan para cometer los ilícitos.

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