La Guardia Civil, en el marco de la operación “Blackroof-Cervero”, ha detenido a los tres integrantes de un grupo especializado en robar durante el estado de alarma en farmacias, principalmente en Toledo, Madrid y Segovia.
A raíz de detectarse diversos hechos delictivos cometidos durante la vigencia del confinamiento, la Guardia Civil estableció dispositivos de vigilancia con el fin de evitar robos en establecimientos comerciales, bares, gasolineras y farmacias de Toledo, Madrid y Segovia.
Del análisis de los hechos delictivos, que siempre se cometían en horario nocturno, se comprobó que el grupo al menos lo conformaban tres personas. Los autores accedían forzando los cierres de los establecimientos en unas ocasiones o por rotura de cristal de puertas y ventanas en otras, usando para ello las tapas de las alcantarillas que hallaban en las proximidades.
Con todos los datos que se lograron obtener, los agentes centraron sus investigaciones en un grupo de personas que tenía fijada su residencia en el barrio de San Blas de Madrid, punto desde el que se trasladaban para perpetrar los robos.
Durante los registros llevados a cabo se ha intervenido el vehículo sustraído que utilizaban en sus desplazamientos, además de diverso material utilizado para el robo de automóviles, así como gran cantidad de productos procedentes de los hechos ilícitos y 108 gramos de cocaína.
A los ahora detenidos se les imputan los delitos de pertenencia al grupo criminal, robos con fuerza y también fueron propuestos para sanción por el art. 7 del RD 463/2020.
Se les atribuye la autoría de robos con fuerza cometidos durante la vigencia del estado de alarma en bares, ópticas, gasolineras y principalmente farmacias en Toledo (Olías del Rey, Mazarambroz, Añover del Tajo, Almonacid, Seseña, Numancia de la Sagra, Villarubia de Santiago, Mocejón, Carranque, Casarrubios del Monte, Ventas de Retamosa, Polán o Val de Santo Domingo), Madrid (El Álamo, Buitrago, La Cabrera, San Agustín de Guadalix, Las Rozas, Villanueva del Pardillo y Navalcarnero), Ciudad Real (Ciudadrealeña y Campo de Criptana) y Segovia (Boceguillas).
La operación ha sido llevada a cabo por agentes pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo, a los Equipos Roca de la Guardia Civil de Illescas y Mora y al Grupo de Delincuencia Organizada de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Guardia Civil de Madrid, que han contado con la colaboración de agentes pertenecientes a la USECIC de la Comandancia de Madrid.