Este pasado viernes era motivo de festejos para miles de jóvenes que habitan en la ciudad de Salamanca. Tras dos duras semanas, muchos de los estudiantes de la Universidad de Salamanca (así como de la Pontificia) habían acabado sus exámenes, lo que implicaba que, antes de la segunda convocatoria, debían celebrar con sus amigos el nuevo año y el haber pasado una de las épocas más duras del curso.
Quizá eso fue lo que provocó que más de 160 personas se dieran cita en un piso del paseo de Carmelitas. Concretamente, en el número 14 (junto a Wences Moreno). Lo que no esperaban es que la fiesta que habían organizado se acabase de manera abrupta, como así sucedió cuando llegó la Policía.
Según cuentan vecinos de los inmuebles colindantes a este periódico, las voces y la música fueron subiendo de intensidad a la vez que avanzaba la noche, por lo que poco antes de las 2 horas de la madrugada, ya del sábado, decidieron llamar a los cuerpos policiales para que interviniesen.
Lo que menos se esperaban tanto los vecinos como los agentes es lo que estos se encontraron cuando fueron a dar por finalizada la fiesta. Más de 150 personas, la mayoría de ellas extranjeras, en un mismo piso que rápidamente se encargaron de desalojar, eso sí, sin ningún incidente, según relatan los vecinos.
Ahora faltará saber a qué tipo de multa se podría enfrentar el responsable del inmueble. La normativa del Ayuntamiento de Salamanca establece que entre las 23 horas y las 8 horas del día siguiente es horario nocturno, por lo que al superar los límites de ruidos establecidos debería hacer frente a una sanción de hasta 750 euros en el mejor de los casos (infracción leve). Una denuncia que ya se ha cursado.
Desalojan a más de 150 jóvenes que estaban de fiesta en un piso de Salamanca
Ante los fuertes ruidos, vecinos de los inmuebles colindantes dieron aviso a la Policía, que se personó en el lugar encontrándose una gran celebración, a la que dio fin.
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