El brote se ha originado con el positivo de la prueba PCR para diagnóstico del SARS-CoV-2 realizada el pasado sábado a una menor sintomática con domicilio en el Hogar de Socialización que Cruz Roja tiene en Soria, un recurso social y educativo dedicado al acogimiento residencial y destinado a la atención de aquellos menores que, no pudiendo permanecer en sus hogares, precisan de un contexto de convivencia sustitutivo al de su familia.
El Sistema de Vigilancia Epidemiológica, que desarrolla Atención Primaria en coordinación con la Sección de Epidemiología del Servicio Territorial de Sanidad, a la vista de este caso índice, determinó un total de 20 contactos estrechos (nueve convivientes --entre usuarios y monitores--, familia de guarda temporal --cinco-- y contactos sociales --seis--), a quienes se les realizó prueba PCR para la COVID-19.
De ellas, resultaron positivas en la noche del lunes 20 las practicadas a dos convivientes (una menor y un monitor del citado centro) y un menor que no vive en el centro, de la familia de guarda temporal (del total de cinco componentes de esta familia).
El resto de pruebas han resultado negativas. La situación del brote se encuentra controlada, si bien tanto los positivos como los contactos deberán mantener las medidas de aislamiento domiciliario y las derivadas de la normativa sanitaria.
Los menores acogidos en este centro están tutelados por la Junta de Castilla y León.
REUNIÓN INFORMATIVA DEL CECOPI
La delegada territorial, Yolanda de Gregorio, ha convocado este martes una reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) de Soria para informar de este tema, del que forman parte, además de la Junta, la Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Soria y la Diputación Provincial de Soria.
Los representantes de las distintas administraciones han coincidido en señalar la buena conducta de los sorianos, en general, en el seguimiento de las medidas de prevención y control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, pero insisten en apelar a la prudencia y a la responsabilidad personal, evitando comportamientos y actividades que generen riesgos de contagio y de transmisión comunitaria de la enfermedad.