De sobra es conocido que las noches salmantinas son sinónimos de fiesta, diversión y, en bastantes casos, alcohol. Sin embargo, muchos aún siguen sin darse cuenta que la mezcla con conducción puede ser un cóctel mortal. Afortunadamente, gracias a la intervención policial, no lo ha sido para un conductor que este jueves fue interceptado en la calle Pozo Amarillo.
El varón apareció de repente por la Plaza del Mercado en dirección contraria por Pozo Amarillo con su Ford Fiesta de color rojo. Allí se topó de repente con un control de alcoholemia de la Policía Local que nada más verle no dudaron en detenerlo.
Cuando los agentes le preguntaron el motivo de circular en sentido contrario, él alegó que “ha sido culpa del GPS que encima va y me lo dice en inglés”. Acto seguido, los agentes le realizaron la pertinente prueba de alcoholemia y dada la elevada tasa de alcohol por aire espirado procedieron a la retención del vehículo que más tarde fue trasladado en una grúa.