El secretario general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), Pablo Crespo, consideró hoy en Burgos que “aún es necesario continuar revirtiendo la obsolescencia” del parque tecnológico hospitalario de Castilla y León pese al “positivo impacto general” del Plan Inveat (reservado para equipamiento considerado “alta tecnología”) que ha supuesto en la reducción del nivel de obsolescencia.
Así, la inversión del Plan Inveat 2021-2023 en Castilla y León (Inversiones para la renovación y/o ampliación de “alta tecnología” en hospitales públicos) fue de 37,3 millones de euros con los que se renovaron o ampliaron un total de 39 equipos (30 renovados y 9 ampliados), según expuso. El secretario general de la federación que representa a las empresas fabricantes, distribuidoras e importadoras en España protagonizó un encuentro en Burgos con los medios de comunicación para compartir y analizar los asuntos de actualidad y retos del sector.
“Castilla y León está haciendo un esfuerzo muy importante, igual que otras comunidades autónomas, por mejorar la situación de obsolescencia”, expuso Crespo, quien añadió que “es cierto que todavía queda un trabajo por hacer”. “No creo que Castilla y León esté ni mucho menos en la peor situación con respecto al resto de comunidades autónomas, pero es cierto que este esfuerzo que está haciendo está teniendo un impacto y nosotros estamos trabajando con la Consejería de Sanidad de Castilla y León para intentar facilitar que se incorpore la innovación y también para intentar conseguir la eficiencia en esa gestión de incorporación de la innovación para que con los recursos disponibles se pueda tener el mayor alcance”, manifestó.
En este sentido, indicó que “además Castilla y León tiene una peculiaridad demográfica, la dispersión demográfica, el envejecimiento de la población que hace que sea especialmente complicada la atención médica” y, por eso, agregó, “la tecnología en Castilla y León es especialmente determinante porque permite atender a pacientes en el entorno rural de manera remota, permite tener monitorizado remotamente a los pacientes y con esto conseguir que la persona crónica, mayor, que vive en un pueblecito, pueda estar adecuadamente controlada por parte de los profesionales sanitarios”.
Así, ligado a la incorporación de la innovación en el Sistema Nacional de Salud (SNS), en el seminario se abordó el proceso de renovación del parque tecnológico de los hospitales nacionales.
A pesar del éxito del reciente Plan Inveat -que ha permitido renovar y ampliar cerca de 850 equipos de alta tecnología a nivel nacional-, España aún presenta “datos preocupantes de obsolescencia en segmentos de la tecnología que no se beneficiaron del Plan Inveat, superando los umbrales máximos de ‘vida’ útil (entre 10 y 12 años) que recomiendan los organismos internacionales”.
En este sentido, Fenin solicitó una estrategia nacional de inversiones que permita cumplir con las conocidas como “Golden rules” -o regla 60-30-10-: un 60 por ciento de equipos disponibles con menos de 5 años, un 30 por ciento entre 5 y 10 años y no más de un 10 por ciento con una antigüedad superior a diez años (los cuales se considerarían obsoletos). “El objetivo último debe ser la obsolescencia 0”, expuso Pablo Crespo.
Normas en tramitación
En este encuentro, también se puso sobre la mesa las actuales normas en tramitación con impacto en el sistema sanitario y en el sector de tecnología sanitaria. Es el caso, por ejemplo, de la reforma de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios. Se trata de una de las normas ‘matrices’ de la Sanidad cuyo actual contenido tiene una orientación pensada para el sector farmacéutico pero no para el sector de tecnología sanitaria.
“Hace 18 años que no se actualiza el catálogo de productos sanitarios y que no se puede incorporar innovación tecnológica a los productos sanitarios que se dispensan en oficina de farmacia con receta, esto supone que se está poniendo a disposición de los pacientes españoles productos que en muchos países de Europa ya están descatalogados”, manifestó.
Asimismo, agregó que “es una buena noticia que el Ministerio de Sanidad quiera acometer esta reforma legislativa, pero es necesario que se materialice en una regulación totalmente diferenciada de la de medicamentos ya que nuestro sector es muy diferente, desde el punto de vista técnico y la naturaleza de los productos”.
En este sentido, Crespo indicó que Fenin “está hablando con el Gobierno para intentar que esos cambios normativos permitan maximizar la capacidad de impacto positivo de nuestro sector en el sistema sanitario y en la economía del país”. Y también, dijo, “por otro lado, intentar que se consigan los objetivos que también persigue el Gobierno, que es generar eficiencias y por tanto optimizar la gestión de los recursos públicos”.
“Es esencial y necesario que el marco regulatorio aporte las garantías suficientes para velar que cualquier ciudadano en este país con independencia de su código postal tenga la mejor tecnología a su disposición y no tengamos tecnologías obsoletas que reducen la nitidez de la imagen o que reducen la calidad de la atención médica”, exclamó.
Retos del sistema sanitario
El secretario general de Fenin compartió algunos de los retos que tiene nuestro sistema sanitario, entre los que destacó “incorporar la innovación al sistema sanitario”. “Nuestro sector es un sector altamente innovador. En nuestro ADN está incorporar y crear tecnologías y resolver soluciones a los problemas de los pacientes”, expuso.
Así, ofreció el dato de que “cada 18 meses un producto que sale al mercado ya tiene una nueva innovación. Somos un sector en el que la velocidad de innovación es muy alta y pensemos todo lo que viene ahora aplicando la inteligencia artificial porque son equipos que en muchos casos generan datos y con esos datos seríamos capaces de aplicar inteligencia artificial y por tanto también generar eficiencia al sistema”, dijo.
“El reto está en ser capaces de que esa tecnología innovadora llegue al sistema sanitario y desde el sector estamos trabajando con todas las instituciones sanitarias”, exclamó, y apostilló: “También, por supuesto, con las de Castilla y León, que además están haciendo una gran labor para modernizar toda la atención sanitaria de los castellanos y leoneses”.
Otro de los retos, añadió, es “facilitar y promover que los criterios de compra que se establecen por parte de los servicios de salud estén orientados a la calidad”. “Hace años tuvimos una situación complicada con la crisis financiera y hubo cierta tendencia a nivel nacional de comprar tecnología utilizando criterios economicistas. Por suerte esa etapa pasó. Hoy es cierto que estamos mejorando. Hoy avanzamos hacia una compra más basada en valor donde los criterios de calidad son muy importantes y nosotros seguimos trabajando para intentar sensibilizar que la mejor tecnología es la que tenemos que llevar a los pacientes porque es la que permite que se mejore la salud y calidad de vida de todos los pacientes”, argumentó.
Finalmente, Crespo insistió en la importancia de “las oportunidades que va a brindar la tecnología sanitaria para tener un sistema sanitario cada vez de mayor calidad y también cada vez más eficiente”. “Incorporar la tecnología permite transformar los procesos asistenciales y permite eliminar bolsas de eficiencia que hacen que nuestro sistema sanitario pueda ser sostenible”, concluyó.