El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) recoge hoy la convocatoria para la concertación del servicio de Atención Temprana en el ámbito rural de la Comunidad. Se trata de una herramienta de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades dirigida a niños de entre 0 y 6 años que presentan trastornos en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. El objetivo es ofrecer una respuesta rápida y eficaz a las necesidades de estos menores y sus familias, sean transitorias o permanentes.
En las capitales de provincia y su entorno, la atención a estos niños se presta en las unidades de valoración y atención a personas con discapacidad de las gerencias territoriales de Servicios Sociales, en coordinación con Sanidad y Educación, con el objetivo de ofrecer un diagnóstico integral y completo, que parte del protocolo firmado en 2015.
Sin embargo, en una Comunidad tan extensa y demográficamente dispersa y, precisamente, para cubrir todo el territorio, este servicio se presta a través de los denominados equipos itinerantes de Atención Temprana, que actúan en el medio rural. Uno de los instrumentos jurídicos utilizados por la Junta para llevar este servicio a los municipios es el de la concertación social con entidades del Tercer Sector, puesto que se estrecha la colaboración entre este ámbito privado y la Administración, en aras de mejorar la calidad de la atención tanto de los niños como de las familias.
Por ello, la convocatoria publicada hoy en el Bocyl está dirigida a las entidades del Tercer Sector cuyos profesionales cualificados puedan integrar estos equipos itinerantes de Atención Temprana. El plazo de presentación de solicitudes será de 15 días hábiles a contar desde mañana, jueves 26 de septiembre.
En qué consiste el servicio
La Atención Temprana aborda de manera global e integral todos los ámbitos del desarrollo del niño, pero también presta apoyos, información y asesoramiento a la familia para tomar las decisiones adecuadas y favorecer el desarrollo de las competencias del menor en su vida diaria, bien sea en el hogar, en la escuela o en su entorno social. Los profesionales se encargan de planificar las intervenciones necesarias desde una perspectiva multidisciplinar. El objetivo es facilitar el mayor grado de autonomía posible del menor, así como su integración en todos los contextos de su vida diaria.
Los equipos de Atención Temprana, sean o no itinerantes, están formados por profesionales de los ámbitos sanitario, social y educativo, como médicos, psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales, fisioterapeutas, psicomotricistas, estimuladores y logopedas.
El proceso está diseñado para seguir unas fases que parten de la detección de las dificultades en el desarrollo del menor o las situaciones de riesgo que pueden derivar en ellas y que pueden ser descubiertas por profesionales sanitarios, educativos, sociales o la propia familia. Una vez localizadas, el caso se deriva al equipo de Atención Temprana para que se lleve a cabo una evaluación tanto del niño como de su entorno. En función del resultado, se establecerá un Plan Individual de Intervención en el que se aúnan resultados y medidas propuestas por el equipo.
A partir de ahí, comienzan las intervenciones desde una perspectiva global y personalizada para dar respuesta a las necesidades del niño, y de su familia y entorno social. Estas sesiones pueden ser individuales o en grupo, y suelen estar relacionadas con intervenciones en el ámbito de la fisioterapia, la logopedia, la estimulación o la psicomotricidad. Para abordar la situación desde una perspectiva global, es necesario coordinarse con los recursos sanitarios, educativos y sociales. También se implementan medidas de apoyo individuales o grupales mediante información, formaciones e, incluso, respiro familiar.
Paralelamente a estas medidas, se lleva a cabo un seguimiento para comprobar si éstas están dando resultado y así efectuar los cambios que se precisen. Mediante estas revisiones, se puede dar el alta —por edad o por haber cumplido con las expectativas—, o derivar al niño a otros servicios, generalmente educativos.
Todo este complejo proceso de intervención con los menores debe garantizarse en todos y cada uno de los municipios de Castilla y León. Precisamente por ello, cobra especial relevancia la concertación social con las entidades del Tercer Sector.