El consumo de alimentos y bebidas por persona en los hogares de Castilla y León cayó un 4,1 por ciento en 2023, al pasar de 610 a 585 kilos. Pese a esa bajada, el gasto per cápita aumentó un 7,4 por ciento, con 121 euros más, hasta alcanzar los 1.766 euros por la subida de los precios. Es decir, menos ingesta de comida pero más desembolso por el efecto de la inflación. En comparación con el año 2014, el consumo promedio se desplomó un 16,5 por ciento, con 116 kilos menos. Por lo tanto, hace una década se comía más en casa (701 kilos o litros) y el gasto por persona estaba casi 200 euros por debajo (1.569 euros).
El Informe Anual de Consumo Alimentario, publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y consultado por la Agencia Ical, destaca que la ingesta de alimentos en Castilla y León el año pasado estuvo un poco por encima de la media nacional, que se quedó en los 574 kilos. Con estos datos, la Comunidad se situó en el séptimo lugar con mayor consumo en el hogar, empatado con Valencia y por detrás de Baleares (702), Canarias (641), Cataluña (630), Navarra (613), Murcia (599) y Galicia (588 kilos). En cuanto al gasto per cápita, se repite el puesto y también es mayor que en España (1.730 euros).
La ingesta de alimentos en el hogar por persona en Castilla y León no ha parado de caer en los últimos diez años. El 2014 marcó un récord al alcanzar los 700 kilos-litros (701, en concreto). Una cifra que solo fue superada en 2020, marcado por la pandemia y con varios meses de confinamiento, en los que se disparó el consumo en casa. En 2015, cayó hasta los 660 kilos aunque repuntó a 672 un año después. Volvió a bajar entre 2017 y 2019 (651, 622 y 644 kilos, respectivamente). Luego, llegó el COVID pero el consumo alimentario se recuperó en 2021 respecto al periodo de prepandemia, con 651 kilos-litros.
Por el contrario, el gasto per cápita ha experimentado un crecimiento constante. De rondar los 1.550 euros entre los años 2014 y 2019, con la excepción de 2018, en que bajó hasta los 1.481, se disparó el año 2020 con la pandemia, hasta los 1.750 euros. Después, bajó hasta los 1.650 euros en 2021 y 2022 pero alcanzó el tope máximo el año pasado por la inflación, con 1.733 euros, que marcó el récord histórico.
Aceite
Si hay un producto que ha encarecido la cesta de la compra y ha sido, y aún es, tema de conversación es el aceite. El ciudadano paga un 52 por ciento más que año pasado por el aceite de oliva. El consumo por persona y año de aceite (en todas sus variedades, incluido la de la girasol) en España alcanzó los 9,8 litros en 2023, aunque en la Comunidad fue más alto, hasta los 11,3. Galicia estuvo a la cabeza, con 14,5 litros, seguido de Baleares, Asturias y Castilla y León.
En el conjunto de España, hubo un fuerte incremento de la demanda de aceite de girasol (24 por ciento), después de que su precio bajara un 22 por ciento con respecto a 2022. Un artículo que representa un tercio del volumen del sector oleícola.
El consumo alimentario total en 2023 en España ascendió a 30.728 millones de kilos-litros, el equivalente a una ingesta por persona de unos 685 kilos-litros de alimentos y bebidas, de los que 574 fueron en el hogar. Esta cantidad es un 0,7 por ciento menos que la de 2022. Al igual que en Castilla y León, esta ingesta generó un gasto de 115.917 millones de euros, un 7,5 por ciento más que el ejercicio anterior. Un incremento que es consecuencia del mayor precio medio pagado tanto fuera como dentro de los hogares. Eso supone un gasto medio aproximado de 2.732 euros por persona y año.
13% del consumo es fuera de casa
A nivel nacional, el 87 por ciento del consumo agroalimentario se produce dentro de casa mientras que el 13 por ciento restante se genera fuera. Eso sí, el gasto invertido fuera del hogar alcanza un valor del 30 por ciento, ya que el precio medio pagado es superior al desembolsado en casa. Por lo tanto, el 70 por ciento del gasto es para consumir en el hogar. Además, el 37 por ciento del volumen de comida que entró en los hogares es alimentación fresca, aunque supuso el 40 por ciento del dinero.
Entre los años 2023 y 2019, antes de la pandemia, el consumo doméstico en España ha bajado un 7,5 por ciento (47 kilos menos) y un 25,6 por ciento fuera de casa (38 kilos menos).
En cuanto a la cesta de la compra, a nivel nacional, el 42 por ciento del volumen de la alimentación consumida el año pasado incluye productos como frutas, hortalizas y patatas frescas y leche y derivados lácteos. Supone apenas medio medio menos que en 2022.
El informe también analiza los canales de compra de los alimentos y el canal supermercado y autoservicio, que se reparten el 50,7 por ciento del volumen. Los clientes que en 2023 acudieron a este tipo de establecimientos buscan preferiblemente alimentación seca, envasada o no fresca (58 por ciento) y menos productos frescos (39 por ciento). La tienda de descuento se situó, a mucha distancia, en el segundo lugar, con el 14,1 por ciento, seguido del hipermercado, con el 12,9 por ciento. La tienda tradicional o canal de cercanía distribuyó el 11,9 por ciento del volumen de la alimentación al cierre del ejercicio pasado.