Castilla y León

La campaña micológica de Castilla y León, con expectativas de que sea "buena" y "excepcional en algunas provincias"

Los montes de la región producirán boletus de diferentes especies, angulas de monte, rebozuelos, setas de cardo y amanitas

Setas

La campaña micológica de otoño en Castilla y León, la más importante en lo que respecta a producción y variedad de especies, se presenta “buenísima” en todas las provincias bendecidas por las sucesivas danas, y será “excepcional” en Burgos y Soria, provincias donde ha llovido durante nueve días de forma abundante y progresiva.

Desde la Fundación del Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (Cesefor) se avanza que se prevé un inicio de campaña “buenísimo” en cuanto a producción en las últimas dos semanas de septiembre. Este año por San Miguel (29 de septiembre) en Burgos y Soria habrá abundancia, por tanto, de ‘migueles’ o boletus. 

La previsible buena campaña micológica también se ve avalada por los 846 permisos que ha expedido en los primeros cinco primeros días de septiembre la Asociación Montes de Soria, que gestiona el Parque Micológico más grande de España con 165.000 hectáreas y 95 localidades vinculadas.

El gerente de Montes de Soria, José Antonio Vega, detalló que, en los últimos 15 días, el colectivo tramitó 1.039 permisos, frente a las 346 que se expidieron en 2023 en las mismas fechas. La mayoría de los permisos expedidos han sido de recolectores locales. “La campaña se prevé buenísima en su inicio. Ha llovido de forma progresiva y el suelo ha cargado humedad. Además, las temperaturas son idóneas para que las especies fructifiquen y  las granizadas puntuales que se produjeron a mediados de agosto favorecen aún más la fructificación de especies”. 

Los montes de la región producirán boletus de diferentes especies, angulas de monte, rebozuelos, setas de cardo y amanitas. Además, en 15 días también puede haber alguna fructificación de níscalos.

Para recolectar setas en Castilla y León es necesario expedir el permiso correspondiente en ayuntamientos y puntos oficiales; existen límites de recolección por persona, día y tipo de permiso; y es necesario no recolectar ejemplares muy maduros. El Decreto de Castilla y León recomienda no pisotear o estropear las setas que no vayas a consumir y exige al recolector que respete el monte con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del bosque.

Presión recolectora

La Asociación Montes de Soria no contempla de momento poner límites a la expedición de permisos para frenar la presión recolectora en los bosques de la provincia. En ese sentido, el gerente indicó que si bien existe presión recolectora en determinadas zonas y en determinados días, se trabaja por dar a conocer  otras zonas productoras de setas entre los micoturistas y recolectores locales. 

"Creo que se ha dado publicidad a determinados sitios y se trabaja por dar información a conocer todas las zonas reguladas para reducir la presión. Además, se intenta dar información sobre otras especies de interés con valor comestible. Nosotros cuando nos llaman por teléfono les damos a conocer otros territorios del parque para que los micoturistas se distribuyan por los bosques”, resaltó, para reconocer que solo se puede controlar la presión a través de los agentes medio ambientales y del Seprona. 

Desde Montes de Soria se precisa que la recolección causa “fiebre” entre los micoturistas, y señaló que debe haber voluntad entre las administraciones para trabajar en el mismo sentido y no intentar “dar publicidad” a determinados sitios.

El 'Sistema de información geográfica sobre la producción, aprovechamiento y ordenación del recurso micológico en Castilla y León (Micodata)' calcula que en la región puede haber 567.715 recolectores locales. Además, la importancia del recurso se refleja en que, dada la capacidad de recolección potencial estimada, en la Comunidad pueden generarse hasta 65 millones de euros al año en rentas directas a los recolectores por la compraventa de las principales especies comerciales.

El inicio de la fructificación de las especies otoñales de hongos silvestres comestibles se ve influenciada, en gran medida, por el régimen de temperaturas y precipitaciones registradas en los meses de otoño (septiembre y parte de octubre, principalmente) que inciden directamente en el estado de reserva de agua de las capas superiores del suelo.

La producción micológica depende en un 60 por ciento de la humedad del suelo. Además, el estado fisiológico en el que se encuentra el árbol al que están asociados y los organismos que viven en el suelo (bacterias) también condicionan la campaña.

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