Una de cada cinco empresas familiares de la Comunidad tiene previsto afrontar un proceso de tránsito generacional en los próximos cinco años, un porcentaje que es mayor entre las compañías con mayor antigüedad. Eso sí, una encuesta elaborada por la asociación Empresa Familiar Castilla y León (EFCL) destaca que la mayor parte de estas compañías no tiene ningún programa acordados para la sucesión, ya que solo el 14 por ciento reconoce contar con un plan.
El informe ‘Caracterización y representatividad de la empresa familiar de Castilla y León’, tras haber realizado cerca de medio millar de encuestas telefónicas, añade que el 27 por ciento de ellas cuenta con un protocolo que establece los acuerdos y normas para regular la organización y gestión así como las relaciones entre la familia, la empresa y sus propietarios para dar continuidad a la empresa y la incorporación de la siguiente generación de personas de la familia.
Además, solo una de cada diez compañías aprovecha las ventajas fiscales en materia de sucesiones que existen en España para ellas. Garantizar la supervivencia y mantener el empleo son los dos factores más importantes para este tipo de empresas, junto a la responsabilidad con el personal y la sociedad en general y el mantenimiento del legado y los valores como empresa familiar. Eso sí, el informe destaca que el 82 por ciento de las compañías de Castilla y León no recibe, de manera habitual, información ni formación específica en empresa familiar
En cuanto a la supervivencia, las empresas que participaron en el informe respondieron que la mayoría se encuentra en primera o segunda generación y únicamente el trece por ciento declara estar en la tercera o siguientes. Además, el 83 por ciento de las encuestadas señaló que la familia tiene una participación del cien por cien de la empresa.
Escaso tamaño
Una de las conclusiones ya conocidas es el escaso tamaño de las empresas familiares en la Comunidad. Hasta el punto que más de la mitad de ellas tiene menos de diez asalariados. Algo que es generalizado entre el sector productivo ya que solo el 0,67 por ciento de las compañías es considerada mediana, frente al cuatro por ciento en Alemania, lo que les permite generar más empleo, tener una mayor productividad y contar con una mayor capacidad para atender las necesidades del mercado.
El director de la EFC, Eduardo Estévez, apostó por fomentar las medidas para la creación de empresas sin olvidar las necesarias políticas de la Junta para favorecer el crecimiento de las existentes. “La capacidad de generar empleo es mayor entre las compañías ya creadas que en las de nueva creación”, señaló. Para ello, demandó condiciones de crédito más ventajosas y potenciar la sucesión de la empresa familiar, con ayudas para elaborar planes en esta materia.
Preguntado por su postura ante el debate de la subida de los salarios, Estévez dejó claro que el posicionamiento de Empresa Familiar de que los trabajadores cobren lo “máximo posible” pero echó en falta que se hable más de la productividad. “Las empresas y los trabajadores deben adquirir competencias que demanda una situación tan complicada como la actual para que las compañías continúen con su actividad”, explicó. En este sentido, abogó por no “tensionar” a las empresas a nivel salarial para evitar su desaparición.
Palomo aseguró que el informe es un trabajo con “dimensión” y “rigor” estadístico de cara a contar con una radiografía del tejido productivo de Castilla y León y así poder “priorizar” las acciones de la organización y establecer las recomendaciones con las mejores prácticas de las empresas para que sean conocidas para el resto. Es por ello que el trabajo se trasladará a la Junta para que implemente las medidas para mejorar el tejido productivo de la Comunidad, que supone el 90 por ciento. Además, recordó que las empresas familiares representan el 66 por ciento del PIB regional y generan el 73 por ciento del empleo del sector privado, sin olvidar su compromiso con el territorio.
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