La Audiencia Provincial de Salamanca acogió el pasado septiembre el juicio contra un hombre de 82 años, J.M.G.E., 80 en el momento de los hechos, acusado de abuso sexual sobre una niña de doce años. Hechos por los que se enfrentaba a tres años de cárcel y otros tres de libertad vigilada, además del correspondiente alejamiento de la menor de edad. Finalmente, la pena ha sido de dos años de prisión, además del alejamiento y una indemnización.
Los hechos se produjeron en septiembre de 2015 en Cabrerizos, aunque el acusado lo negó durante el juicio. Según su relato de los hechos, vio a la menor en la calle y la invitó a pasar, a lo que ella aceptó estando en el salón durante unos pocos minutos, cuando "se marchó tranquilamente".
Sin embargo, las acusaciones y declaraciones anteriores de la víctima, que en la vista declaró a puerta cerrada, hablaron de que el hombre le habría enseñado sus partes íntimas y dicho que le "estaban creciendo las tetitas", ante lo que le realizó tocamientos en ellas por la parte superior de la ropa.
Tras estos hechos, el exnovio de la madre de la víctima, acudió al hogar del acusado y le recriminó su actitud frente a lo que el hombre tan solo habría dicho lo siento, sin sentirse extrañado de las acusaciones que versaban sobre él, según declararon el propio exnovio y un vecino, que también fue testigo de este pasaje.
De esta manera, según el exnovio, lo que le exaltó fue una declaración del acusado en la que comentó que "se podía haber ido cuando quisiese". Además, en la vista, se declaró que el acusado podría haberle ofrecido dinero a la niña, algo que él negó.
En cualquier caso, todos anunciaron que la relación anterior a los hechos había sido buena y que, incluso, el propio exnovio que le recriminó su actitud le intentaba ayudar en todo.