“Honestidad” es la palabra con la que describía en rueda de prensa Alberto Castro su labor como delegado, cargo que llevaba ejerciendo desde el año 2007. Los tres pilares en los que centraba el balance del trabajo de la Junta de Castilla y Leóneran la educación, servicios sociales y sanidad. La renuncia de Alberto Castro es una condición imprescindible para poder presentarse a las próximas elecciones autonómicas, aunque ha comentado su decisión de, hasta entonces, solicitar el retorno a su empleo anterior en un banco, en el que estaba de excedencia.
Centrándose en proyectos concretos, el delegado destacaba la creación del futuro conservatorio en Zamora, en el que ha subrayado “el trabajo en la redacción del proyecto”. Otras de las labores que ha nombrado han sido la creación del Centro Cívico, el Hospital de Benavente y el Provincial, el Juan XXIII y la Escuela de Enfermería.
En cuanto a la educación en Castilla y León, aseguraba que el Informe Pisa favorable “se debe a la labor de profesores y alumnos”, mientras que en servicios sociales se ha querido quedar “con la satisfacción” que le han remitido los usuarios. La sanidad, según Alberto Castro, es “de primera división”. Reconoció los problemas que ha tenido la comunidad autónoma, pero “se han compensado con el trabajo de los profesionales”.
En el turno de agradecimientos, comenzaba con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, por “su confianza”. Después de dar las gracias al equipo de la Delegación en Zamora, ha proseguido con los alcaldes de los pueblos de la provincia. “Siempre han tenido mi teléfono y,cuando hemos trabajado con ellos, siempre han estado a la altura”.
Alberto Castro se presentará a las próximas elecciones autonómicas como número tres del Partido Popular, aunque hasta la celebración de los comicios volverá a su puesto en el banco, “un deseo personal y profesional” para él.