La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural exigirá hoy al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación más fondos para las ayudas frente a la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), así como flexibilizar el Plan Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina para que se tengan en cuenta, en ambos casos, las peculiaridades de Castilla y León, la comunidad con más censo bovino de España, según informaron a Ical fuentes de este departamento.
En ese sentido, Agricultura considera “insuficiente” el anuncio de Luis Planas sobre las futuras ayudas para la EHE que el ministro cifró en 15 millones de euros. Además, recordó que la Junta repartió ya seis millones de euros solo para la Comunidad, lo que prácticamente representa la mitad de lo previsto para todo el país, por lo que consideró que los créditos contemplados son “bastante limitados”.
Asimismo, la Consejería recordó que ya se ha comprometido con las Organizaciones Profesionales Agrarias (OPAs), en el último Consejo Agrario, a ampliar, además, esos seis millones de euros iniciales para atender a todos aquellos perjudicados que se quedaron fuera de la primera convocatoria (ganaderos que registraron casos antes del 28 de agosto y después del 16 de octubre de 2023) y aportará la parte correspondiente que exija el Ministerio para complementar el importe que éste finalmente asigne a Castilla y León.
Precisamente, la directora general de Producción Agrícola y Ganadera, Teresa Rodríguez, acudirá este jueves a la reunión del Comité RASVE (Red de Alertas Veterinarias) para pedir al Ministerio que aclare cómo se distribuirán dichas ayudas anunciadas, así como los conceptos a los que se puedan destinar y, en todo caso, exigirá que el reparto de las mismas sea justo para Castilla y León.
Del mismo modo, según la Consejería, instará al Gobierno nacional a tener en cuenta las características específicas de la cabaña ganadera de la Comunidad para modificar el Plan Nacional de Erradicación de la Tuberculosis 2024 con el fin de establecer medidas de flexibilización “que dejen de perjudicar a los ganaderos castellano y leoneses”.
Por un lado, la Consejería exigirá que se diferencie el saneamiento ganadero de las explotaciones extensivas de las intensivas para que las actuaciones y consecuencias de los resultados se establezcan según el modelo de explotación, sin consecuencias para el movimiento de reses. También se propondrá que se tenga en cuenta el último estatus sanitario del año de cada establo para el cálculo de la prevalencia y que sean las propias comunidades las que puedan autorizar, excepcionalmente, la entrada de animales de reposición en establecimientos positivos.
Igualmente, otras de las propuestas de Castilla y León son eliminar las pruebas de movimiento de terneros con destino a cebadero, permitir movimientos para la vida de animales tras recuperar la calificación, implantar excepciones a la doble vuelta del saneamiento en las ganaderías extensivas con historial amplio de status sanitario libre o incluir a las explotaciones T3 históricas en las medidas de flexibilización con independencia de la prevalencia de la zona en la que se encuentren.
Por último, Rodríguez defenderá ante el Ministerio que se revise la normativa relativa a las actuaciones en fauna silvestre y que se desarrolle una autovacuna; que se modifiquen los baremos de indemnización de animales, que se incluyan gastos de limpieza y desinfección como ayuda en caso de que sea necesario un vaciado sanitario y que no se apliquen impuestos en la venta de canales procedentes de reses de sacrificio obligatorio.
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