El Colegio de Registradores de la Propiedad ya auguró que la “intensificación” en el alza del Euribor llevaría a una “continuidad” en la tendencia descendente de la actividad hipotecaria. Agosto pasado rompió la tendencia y, por primera vez en mucho tiempo, más de la mitad de las viviendas en Castilla y León se compró al contado, algo que no se produjo en los meses posteriores. Eso sí, la subida de tipos a lo largo de 2023 ha provocado que el 42,6 por viviendas compradas el año pasado en la Comunidad se compra al contado en 2023, siete puntos más que un año antes.
La Estadística Registral Inmobiliaria, consultada por la Agencia Ical, recoge que las compraventas de viviendas en Castilla y León contabilizadas por el Colegio de Registradores en 2023 cayeron un 4,4 por ciento con respecto al año anterior, hasta situarse en 26.769. Un porcentaje que es menos de la mitad del descenso experimentado a nivel nacional, que fue del 9,8 por ciento. De este total, 15.371 casas fueron adquiridas a través de un préstamo hipotecaria mientras que otras 11.398 se compraron a ‘tocateja’. Por lo tanto, el 42,6 por ciento de las casas adquiridas se hizo sin crédito hipotecario. Es el sexto porcentaje más alto en España.
La Comunidad Valenciana fue el único territorio que cerró 2023 con más viviendas compradas al contado que hipotecadas. Le siguió La Rioja (49,2 por ciento), Murcia (47,7), Cantabria (46,1) y Asturias (44,2 por ciento). En el lado contrario, aparecen País Vasco y Madrid, donde apenas se adquieren a ‘tocateja’, solo un 5,5 y un 8,4 por ciento, respectivamente.
Destacan los casos de Castilla y León y La Rioja, puesto que el porcentaje tan alto registrado en el resto de territorios de costa está relacionado con la compra de segundas residencias en lugares de costa o incluso por parte de extranjeros. A nivel nacional, se quedó en el 34,2 por ciento. Es decir, la compraventa de viviendas sin hipoteca en la Comunidad fue 8,4 puntos más.
La subida de tipos decidida por el Banco Central Europeo (BCE) en los últimos meses para controlar la inflación en la zona euro, hasta el punto de situar el crédito en el 4,5 por ciento, ha provocado una reducción de la actividad hipotecaria. Una carrera al alza que comenzó en julio de 2022 y que acumula diez subidas consecutivas, hasta el punto de situar los tipos de interés en la mayor cifra de los últimos 20 años.
Una realidad que ha tenido su influencia en los compradores de viviendas en la Comunidad. No en vano, el porcentaje de casas compradas al contado en 2022 fue del 35,4 por ciento y el año pasado aumentó 7,2 puntos, hasta el 42,6 por ciento.
La evolución constata el impacto de la subida de tipos en la forma de comprar una vivienda en Castilla y León. El porcentaje de casas adquiridas a ‘tocateja’ en el segundo trimestre de 2022, que fue la primera vez que el Colegio de Registradores recogía este dato, fue del 27,5 por ciento. Un porcentaje que, según los datos consultados por Ical, se disparó en la segunda parte del año 2022 y el primer trimestre de 2023, hasta rondar el 40 por ciento. Durante el siguiente, volvió a subir, hasta el 43 por ciento pero el récord llegó entre los meses julio y septiembre, cuando la compra de casas al contado alcanzó el 48 por ciento en la Comunidad, con el paradigma de agosto donde superó la mitad. En ese tercer trimestres, el boletín de los registradores recogía que el descenso de la actividad hipotecaria había sido “mucho más intenso” que el del número de compraventas de vivienda, dejándose notar el “intenso” crecimiento de los tipos de interés. El cierre del año pasado volvió, de nuevo, al 40 por ciento.
La pregunta clave es quién permitirse el lujo de pagar una vivienda al contado, sin tener que pasar por el banco para solicitar una hipoteca. Cerca de la mitad ya contaba con una residencia que puso a la venta y el dinero conseguido con la venta le permite financiar la nueva compra mientras que el resto contaba con ahorros o pide ayuda a la familia a la hora de afrontar un desembolso tan importante. No en vano, hablamos del mayor gasto que acomete una familia en la vida. También hay que mencionar que la vivienda sigue siendo un valor refugio para muchos ahorradores, que se animan a invertir en el ladrillo ante la baja remuneración de los depósitos y los riesgos en la bolsa.