Se trata de propietarios de terrenos que están incluidos entre las 297 hectáreas que, según se recoge en el proyecto, se destinarán a ser fertilizadas por los purines producidos por la granja industrial porcina proyectada en Pozuelo de Tábara. La mayoría de esas tierras se localizan en el término municipal de Santa Eulalia, que comparte ayuntamiento con Moreruela, aunque se incluyen tierras de Moreruela y Pozuelo.
El pasado mes de junio, la asociación registró una serie de alegaciones contra el proyecto industrial de Pozuelo, entre las que se encontraba la petición a la Junta de Castilla y León de que solicitara la autorización de los propietarios de las fincas destinadas a recibir purines. Y es que el agricultor que le cede las parcelas a los promotores de la explotación porcina no es propietario, en su mayor parte, de las 297 hectáreas comprometidas, sino arrendatario, y conforme al RD 4/2018 en el expediente deben figurar las autorizaciones de los propietarios, algo que no cumple el proyecto de Pozuelo.
Como la Junta no ha respondido a esta cuestión, o da por válida la autorización del agricultor, sin haber preguntado a los propietarios, desde la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara se ha estado trabajando en las últimas semanas para identificar cada una de las parcelas afectadas y recabar, de sus propietarios, la firma con la no autorización a que en sus tierras se viertan los purines generados por esta macroexplotación, calculados en 11.588m3 de purín anual.
Este martes, la asociación vecinal ha hecho entrega de una primera partida de firmas, que se completará con sucesivos registros, a realizar a medida que se vayan consiguiendo los documentos de no autorización firmados por los propietarios. Sin la autorización de los mismos, el agricultor no podrá verter en sus tierras los purines y, por tanto, la granja industrial porcina de Pozuelo de Tábara podría no cumplir la normativa si no dispone del número suficiente de hectáreas para justificar los vertidos.
Los propietarios que han firmado los escritos rechazan la construcción de la granja industrial porcina de Pozuelo, pues son conscientes de que estos macroproyectos no son buenos, ni para los pueblos, ni para la parte currante del sector porcino que crece desmesuradamente. Tampoco es bueno para la tierra tanto purín. Estas cantidades industriales a la larga desequilibran la tierra, que pierde su fertilidad, a la vez que contaminan el aire y los acuíferos.
En la elaboración del listado de propietarios, con identificación de cada una de las parcelas afectadas por la explotación de Pozuelo, se han detectado además diferentes irregularidades. En muchos casos, las parcelas reservadas para el esparcimiento de purines no son aptas pues son zona de monte, con encinas y gran inclinación; o bien son demasiado pequeñas, cuentan con algún regato o están fuera de las zonas de cultivo.
Desde Medio Ambiente se habla de legalidad y cumplimiento normativa estricta con las mejores técnicas disponibles para la gestión de purines. Sin embargo, al observar la falta de celo a la hora de comprobar si existe autorización expresa de los propietarios y las características de las parcelas definidas, se pone de manifiesto el poco control y vigilancia que la Administración tiene sobre la aplicación de las normativas sobre el terreno.
Por todo ello, la asociación exige que se revise el expediente, se recaben las autorizaciones expresas de los propietarios y, si no se consiguen, se saquen del plan de esparcimiento de purines las parcelas en las que sus propietarios rechazan el uso de purín. También, que se analicen las características de los terrenos definidos, a fin de garantizar que son aptos para el vertido de purín.
Desde la Asociación Pueblos Unidos de la comarca de Tábara se busca la paralización del proyecto de Pozuelo de Tábara, impulsado por Agropor S.C., que pretende construir una granja con capacidad para 4.600 cerdos de cebo (11.000 cebones anuales), que está pendiente de la autorización ambiental. También se exige la paralización del proyecto de Faramontanos, promovido por Selección Batallé, y que plantea una explotación de 12.000 lechones anuales (78.000 animales al año).