La organización ha tenido conocimiento de que una empresa segoviana sacrificaba este martes en Valladolid alrededor de 800 corderos de origen galo. "Mientras esto ocurre, la comunidad autónoma se encuentra en estos momentos con una superproducción de corderos, cabritos y cochinillos que deberían haber tenido destino para la hostelería en estas fechas de Semana Santa, y que no tienen salida debido al contexto social en el que nos encontramos", aseguran.
UPA lamenta que determinados industriales españoles en una situación tan delicada como la actual para los ganaderos de la comunidad autónoma sigan recogiendo animales en Francia y los meten en nuestro país mientras los productores de aquí se arruinan. "Siendo legales estas operaciones son moralmente reprobables en unos momentos como los que nos está tocando vivir", afirman.
"La cabaña de ganado ovino de Castilla y León, que es de las más importantes del país en producciones de calidad en carne, se preparó como todos los años por estas fechas, con los animales preñados cinco meses y con un mes más que es el tiempo que tarda en salir el lechazo para el matadero, y así responder a la demanda de restaurantes y hostelería en general", explican desde UPA.
UPA califica como absolutamente insolidarias actitudes de este tipo que no contribuyen precisamente al bien común, sino al meramente lucrativo, que traen consecuencias muy negativas para sectores emblemáticos en nuestra región, para la viabilidad de muchas explotaciones familiares, y en definitiva para el futuro de las zonas rurales, muchas de ellas en la llamada Castilla y León vaciada.
UPA hace un llamamiento al sentido de la responsabilidad de los empresarios, puesto que es el momento ahora más que nunca para apostar por el origen Castilla y León, que es el que garantiza la mayor calidad y la mayor seguridad, además de ayudar a mantener la actividad económica.
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