En el marco de la reunión celebrada, hoy lunes 13 de julio entre la Unión de Campesinos de Castilla y León y la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se analizó el documento de propuestas de nuestra organización para la reconstrucción económica y social.
Especial hincapié, por su relevancia, tuvieron dos temas de completa actualidad, de un lado la definición de agricultor genuino para el nuevo periodo de la PAC y de otro los precios percibidos por el sector productor, eslabón más débil de la cadena alimentaria.
La necesidad de una distribución más justa de la PAC entre agricultores y ganaderos que realmente viven de esta actividad es un principio básico acorde con el objetivo de que estas ayudas sean un complemento a las rentas y retribuyan el incremento de costes que para el productor supone el cumplimiento de los requisitos medioambientales .Por ello para esta organización, agricultor genuino es aquél cuyos ingresos agrarios sean al menos el 25% del total de ingresos, y necesariamente debe establecerse una discriminación positiva para los ATPs medianteuna ayuda complementaria.
De otro lado, el reforzamiento del sector productor en la cadena alimentaria, realizando los necesarios ajustes en la misma para garantizar que los agricultores y ganaderos reciben un precio justo por sus precios, pasa por el establecimiento de costes oficiales de producción a partir de los cuales proponer el precio de los productos.
La agricultura y la ganadería pueden ser un motor de recuperación económica si se invierte en este sector, pues cada euro invertido se multiplica por cuatro, y el carácter esencial del mismo puesto de manifiesto a partir de la COVID-19 no debe olvidarse.