La Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) exige la obligatoriedad del etiquetado del origen de la carne de ovino, tanto envasado cómo la carne vendida a canal, para una identificación adecuada ante la importación masiva de lechazos de otros países, de peor calidad y un 22 por ciento más baratos que los producidos en Castilla y León, lo que hace peligrar la rentabilidad y la campaña de Navidad.
Desde la organización solicitaron que la administración competente lleve a cabo los controles oportunos para verificar el cumplimiento de la trazabilidad en los lineales de los supermercados y en las carnicerías. Y es que, los ganaderos de ovino de la Comunidad, en los días previos a la campaña festiva, se juegan "en torno al 12 por ciento de sus ventas de todo el año".
Por ello, la entrada de lechazos de otros países, sumado a las dificultades actuales a consecuencia del cierre de canal HORECA en ciertas comunidades, y la acumulación de lechazos congelados de la primavera, "hacen que el precio pagado a los ganaderos sea un 13 por ciento más baratos, hecho no así reflejado en los lineales, donde el consumidor sigue pagando importes muy similares a los del año pasado", apuntaron.
En ese sentido, señalaron que "los engaños en el origen de los lechazos, durante estas fechas navideñas, se incrementan al aumentar exponencialmente el consumo de estos alimentos, por eso, es importante que el etiquetado sea adecuado, claro y visible, incluso cuando la venta del lechazo sea en canal, para evitar el fraude al consumidor".
Del mismo modo, UCCL recordó a los consumidores la importancia de adquirir los productos una vez comprobado el etiquetado "para evitar fraudes como los que se han dado en otros años, con productos en los que se resalta el lugar de envasado en vez del de origen, que llevan a confusión y otras prácticas desleales".