La Unión de Campesinos de Castilla y León considera fundamental que se cree una mesa que permita la negociación y participación del sector a través de la inmediata puesta en marcha de los consejos autonómicos regionales. Allí, dicen, se debe negociar otro modelo de sanidad animal que tenga en cuenta a los ganaderos y no los arruine.
Por ello se han concentrado frente al Ministerio de Agricultura, reclamando un cambio en el modelo de aplicación de las campañas de saneamiento ganadero que tenga en cuenta los ganaderos. Esta organización espera que el Ministerio haya tomado nota de las reivindicaciones de los más de 500 ganaderos y empiece a aplicar cambios, y no dudará en salir a la calle si no se realiza.
"Las campañas de saneamiento ganadero es uno de los principales problemas a los que hoy en día se enfrentan los ganaderos de España y a pesar de llevar más de treinta años aplicando programas de erradicación de tuberculosis bovina, no se ha logrado el estatus de oficialmente indemnes, a pesar que en el año 2015 en Castilla y León se sacrificaron 6.000 cabezas de ganado de los cuales, 4.425 fueron falsos positivos, es decir el 72% de los animales sacrificados se sacrificaron innecesariamente", dicen.
"La inmovilización de las reses en una explotación suponen unas pérdidas insoportables para los ganaderos, que en función del modelo de explotación pueden ir de los 5.000 a los 20.000 euros en función del tipo de explotación ganadera".