La tormenta perfecta hunde el campo autonómico. La sequía llegará acompañada de una catastrófica cosecha, la segunda peor de la década, lo que se une también a un descenso por encima del 25 por ciento del precio del cereal tras la sementera “más cara de la historia”.
El observatorio de precios de los productos agrícolas de Castilla y León señala que en trigo blando la tonelada se abonó en mayo (últimos datos disponibles) a una media de 265,4 euros, un 26,3 por ciento menos que en el mismo mes de 2022, cuando alcanzó un máximo anual de 360,5 euros. Asimismo, la cebada estaba en mayo de 2022 a 343,3 euros la tonelada frente a los 251,8 euros de 2023, es decir, ha caído un 26,6 por ciento.
Lo mismo ocurre con la avena y el centeno, que se pagaron a 335 y 323,7 euros en octubre de 2022, y en abril de este año habían bajado a 254 y 245,3 euros, con rebajas del 24,1 y 24,2 por ciento, en cada caso. El maíz, también ha sufrido abaratamiento, ya que se abonaba a 343,8 euros la tonelada en octubre de 2022, frente a los 28,33 de marzo de 2023, un descenso del 17,6 por ciento.
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, explicó que en el resto del mundo “hay buena cosecha” y “está entrando cereal a los puertos” y las fábricas de piensos y la industria alimentaria no pagan más el grano que hay en España. Aseveró que en relación al cereal que llega de Ucrania, “España no tiene puestos aranceles y con la bajada de precios del petróleo el transporte en barco se ha abaratado bastante”. “Eso hace que está entrando todo el cereal que se consume de fuera a precios baratos.
“El precio lo marcan los puertos no la situación que hay de rentabilidad”, dijo el dirigente agrario, quien denunció que esta situación “no se está trasladando al sector ganadero, que paga los piensos caros a precios de los cereales cuando estaban caros”.
Asaja advierte de la ruina
La Junta prevé una cosecha de trigo que estará en el 80 por ciento de la media de los últimos 30 años, y de cebada en el 77 por ciento, porcentajes que solo fueron peores en 2017 en los últimos diez ejercicios, cuando se situaron en el 72 y 62 por ciento, respectivamente. Ese año, 2017, se recogieron algo más de 2,5 millones de toneladas de cereal, cuando una cosecha media supera los seis millones en la Comunidad. Esta predicción se produce cuando los agricultores tuvieron que gastar el doble este año cuando prepararon sus terrenos y sembraron, con un costes por hectárea de más de 1.000 euros, cuando se venían invirtiendo 500.
“Gastamos en la sementera lo que no cogimos el año pasado por ser un año malo, y ahora cogemos poco y barato, la ruina esta asegurada”, lamentó el presidente de Asaja en Castilla y León, quien resumió la situación en que el campo autonómico perderá este año 2.000 millones de euros, para reclamar de nuevo ayudas de 1.000 millones entre la Junta, el Gobierno de España y la UE.
UCCL prepara una tractorada a Madrid
El coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, incidió en que la situación en el campo autonómico es de “auténtico desastre” porque junto a las “catastróficas” producciones se unen unos costes de producción el doble que el año pasado y unos “precios a la baja, porque está entrando mucho cereal ucraniano, y los puertos están llenos”. “Es la peor campaña de los últimos 40 años”, dijo a Ical.
González Palacín comentó que “nadie se atreve a decir si esto es coyuntural, pero con esta cosecha, estos precios y estos costes o tenemos ayudas generosas para iniciar la próxima campaña o mucha gente no podrá continuar”. El dirigente agrario también lamentó que están inmersos en un mercado internacional del cereal en el que “nadie sabe lo que va a pasar”, lo que se traduce en que “sino hay cosecha no importa lo más mínimo” y avanzó que su organización ya está preparando una tractorada hasta Madrid este verano, para exigir un nivel de apoyos suficiente para salvar al sector.
La Alianza arremete contra la especulación
El coordinador de La Alianza UPA-COAG, Aurelio González, denunció que los precios de los cereales responden ya a la “especulación de los mercados”. “Antes se especulaba con el ladrillo y ahora con la alimentación”, afirmó, para criticar que “el mercado interno no marca las pautas y ante un escasez de cosecha tan grave no es justificable el descenso de los precios”.
González aclaró que se ha estado importando mucho grano de fuera, “todo el que sale de Ucrania” y “hay una especulación en los mercados, en las bolsas, por los grandes operadores”. Con todo, aseguró que en estos momentos las expectativas apuntan a que “se dan las condiciones para que empezasen a subir los precios, porque no hay cosecha, y lo que tiene que venir de fuera viene con portes añadidos que encarecen el producto”. “En realidad, nadie sabe lo que ocurre”, sustanció.
El líder agrario hizo cálculos para Ical, y constató que con 1.000 euros de coste por hectárea, se necesitan 3.000 kilos de rendimientos a 300 euros la tonelada “para salvar gastos”. “Los 300 euros ya no están y los 3.000 kilos, tampoco, por lo que es una verdadera ruina todo”, dijo, para insistir en que “más que nunca hace falta la implicación de las Administraciones, sobre todo de la Junta, y no está por la labor”.
En este contexto, advirtió del riesgo que se corre la próxima campaña del cierre de muchas explotaciones o de que se recorte al mínimo el gasto en las labores, y no hacer las cosas bien, con campos sin abonar, por ejemplo. “O se cierran muchas explotaciones o solo habrá inversiones mínimas por la falta de liquidez, esas son las perspectivas para la campaña que viene”, resumió, para incidir en que “no es de recibo que solo bajen los precios del cereal, ni los costes d ellos abonos, ni de los herbicidas, ni de la maquinaria, ni de la energía. “Las compañías especuladores se pueden cargar el sector productos en España”, concluyó.
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