Establecer un régimen excepcional y transitorio para las explotaciones ganaderas situadas en municipios de menos de 2.500 habitantes, ampliando las licencias de las ganaderías por un nuevo periodo igual al anterior, 16 años. Es la petición realizada por Asaja Castilla y León al Gobierno regional, para que presente en las Cortes de Castilla y León una modificación de la Ley 5/2005.
Un comunicado de Asaja explica que la Ley, que se aplica en municipios de menos de 2.500 habitantes, surgió a petición del sector ganadero y de los municipios con el fin de regularizar la situación de las pequeñas ganaderías de antes de 2003 que, por estar en casco urbano o en las proximidades del mismo, estaban en una situación de “alegalidad” al no cumplir con las normas medioambientales o las de planeamiento urbanístico municipal. Asimismo, estableció un mecanismo de regularización con medidas correctoras, limitando el tamaño de las ganaderías, y fijó un plazo máximo para su cierre de 16 años, por lo que en el caso de las primeras autorizadas finaliza en 2021.
Asaja considera que la regularización "fue un gran acierto, como prueba que estas ganaderías no sean hoy fuente de conflicto con los vecinos, y aunque la mayoría han cerrado, quedan explotaciones en manos de sus titulares originarios o de sus descendientes en primer grado, y cerrarlas el próximo año supondría un gran impacto económico y social".
La mayoría de estas explotaciones están en zonas periféricas de montaña, donde hacer nuevas construcciones ganaderas es muchas veces inviable e incluso plantearía mayores problemas para cumplir una legislación urbanística o medioambiental muy exigente. Por otra parte, ASAJA considera que “este no es el momento económico para cerrar ganaderías, por el contrario es el momento de mantener todo lo que hay a la vez que se implementen medidas para tener un sector cada vez más moderno y competitivo”.