El Gobierno de España encomendó el pasado mes de diciembre a la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) cinco nuevas actuaciones de modernización de regadíos en Castilla y León: Canal Alto de Villares, Presa de la Tierra y Canal de Velilla, los tres en León, y de Pisuerga (sector G, fase 2), en Palencia, y Canal de San José (sector I), en Zamora.
Estas cinco obras cuentan con un presupuesto de 48,5 millones de euros que es el 66% del presupuesto total de las diez modernizaciones que SEIASA va a ejecutar con cargo a esta tercera adenda al Convenio suscrito entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y SEIASA, para la promoción, contratación y explotación por parte de la sociedad, de las obras de modernización y consolidación de regadíos contempladas en la planificación del Ministerio.
Por este motivo, para explicar los siguientes pasos a dar, la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, y el presidente de SEIASA, Alejandro Alonso, han convocado este lunes a representantes de Ferduero, la asociación que aglutina a las comunidades de regantes de esta cuenca hidrográfica, del ITACyL y de las cinco zonas regables que se van a modernizar.
SEIASA es una empresa instrumental del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Tiene como razón de ser la modernización y consolidación de los regadíos contemplados en el Plan Nacional de Regadíos y declarados de interés general. SEIASA promociona y contrata estas obras de modernización.
Según ha destacado la delegada, estas cinco nuevas modernizaciones objeto de la reunión de este lunes se suman a las siete que ahora mismo están en marcha, en distintas fases de tramitación, en nuestra comunidad autónoma y que estarían concluidas en los próximos dos o tres años, dependiendo de la complejidad de la actuación.
Estas siete obras afectan a los sectores VII y VIII del Páramo Bajo de León y Zamora, en la provincia leonesa. También en León, en los sectores IV y VI del Canal del Páramo. En Palencia, se moderniza el sector Santoyo del Canal del Pisuerga. En Salamanca, el Canal de Zorita. En Valladolid, los canales de Pollos y de Vegas de Castronuño. Y en Soria, el Canal del Campillo de Buitrago.
100.000 HECTÁREAS MODERNIZADAS
Mercedes Martín ha destacado que el Gobierno de España, a través de SEIASA, ha colaborado, desde que comenzó el presente siglo, en la modernización de cien mil hectáreas de regadíos en Castilla y León. Han sido 61 actuaciones para 29 comunidades de regantes diferentes que las que se han beneficiado 40.000 comuneros. La inversión total de estas actuaciones rondan los 600 millones de euros.
De acuerdo con las explicaciones facilitadas, las condiciones de las actuaciones que se realizan en Castilla y León son “muy ventajosas” para las comunidades de regantes puesto que, en primer lugar, en virtud de un convenio firmado entre el Gobierno de España y la Junta, la comunidad autónoma asume un 26% por ciento del presupuesto total de las actuaciones. El 74 por ciento restante lo adelanta SEIASA. Sería, en el caso de las cinco nuevas actuaciones, los 48,5 millones de euros indicados.
De esta cantidad global, lo que corresponde restituir a los regantes a la sociedad estatal, una tercera parte, lo hacen “también en condiciones favorables puesto que hay un periodo de carencia de 25 años y se devuelve entre el año 26 y el 50 en anualidades lineales que no sufren ningún tipo de incremento por intereses o por apreciación del valor del dinero”. Las dos terceras partes restantes del coste de la obra, corresponden, casi a partes iguales, a fondos europeos (FEADER) y a las propias comunidades de regantes.
IMPORTANCIA DEL REGADÍO
La delegada ha manifestado que este Gobierno “cree firmemente en la modernización de los regadíos como motor de desarrollo y, por tanto, como elemento esencial para combatir la despoblación, el principal problema que azota a nuestra comunidad”.
“La modernización de nuestros regadíos”, ha dicho, “es imprescindible para garantizar la sostenibilidad de la agricultura como motor de desarrollo rural y también como elemento básico de nuestro sistema agroalimentario”.
El regadío conduce, asimismo, a una gestión integradora que fomenta una economía que prima el empleo y, con él, la cohesión social y territorial que es, según Mercedes Martín, “una buena herramienta para luchar contra la despoblación”.
“Es la única forma de conseguir además”, ha concluido, “una gestión sostenible que haga un uso más eficaz de los recursos, no sólo para preservar el medio ambiente, que es esencial, sino también para que nuestros agricultores sean más competitivos”.
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