“Que no nos tomen por tontos”, es el sentir del sector primario de Zamora, un sector primario que tras sobrevivir a duras crisis (las más recientes referidas al precio de la leche o el cereal -éste como consecuencia de la guerra de Ucrania-) ve ahora como lo tratan de ‘moneda de cambio’.
La Unión Europea cerraba el pasado 6 de diciembre el acuerdo comercial con el bloque de países iberoamericanos llamado Mercosur formado por los Estados Parte o fundadores: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay (Venezuela está suspendida de todos sus derechos y obligaciones) y por los Estados asociados: Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam.
El acuerdo supone la liberalización de los aranceles (82%) que actualmente se imponen a productos que se exportan desde Mercosur y a su vez el bloque eliminará los aranceles (93%) de productos de la Unión Europea como piezas de automóviles, maquinaria, productos químicos o farmacéuticos como los más destacados. “Lo que más nos preocupa es que en un periodo de seis años el mercado quede liberalizado y sea un mercado libre”, afirmaba el secretario Provincial de UPA en Zamora, Aurelio González.
Argentina y Brasil conforman un tándem que podría desestabilizar cualquier mercado interno, son los mayores exportadores a nivel mundial de carne de vacuno, maíz, soja o azúcar. La Unión Europea recibirá gradualmente en cinco años 200.000 toneladas de carne de vacuno de Mercosur, “nos preocupa cómo se va repartir”, afirmaba González.
“Será la puntilla para el campo y la ganadería en Zamora”, argumentaba Lorenzo Rivera, presidente de COAG Zamora, “el acuerdo sacrifica básicamente a todo el sector para beneficiar a otros, pero además no será el beneficio esperado en cuanto entren otros países exportadores, por ejemplo, de vino o frutas como Chile”, proseguía Rivera. A pesar de que recientemente el presidente de la Asociación de la Industria Alimentaria de Castilla y León, Santiago Miguel Casado defienda el acuerdo como "una oportunidad de mercado para las frutas, hortalizas y el vino".
El vacuno de carne será uno de los más perjudicados en Zamora y “sobre todo cómo podrán afrontar los jóvenes que empiezan con su granja todo lo que viene a nivel de precios”, comentaba Antonio Medina, presidente de ASAJA Zamora, “no entendemos que se abra la puerta a una competencia tan desleal como es Mercosur”, afirmaba.
José María Castilla, responsable de ASAJA en Bruselas en una entrevista radiofónica afirmaba que “el impacto será bastante elevado en todo lo que tenga que ver con la ganadería (avícola, porcino, vacuno) y remolacha azucarera”.
El azúcar es otro producto que causaría problemas en la provincia “la mayor preocupación es que la empresa dueña de la azucarera de Toro se dedique a refinar y no a producir”, confirmaba González.
Pero por encima de todo, las tres organizaciones agrarias vuelven a pedir que se impongan clausulas espejo sobre todo por la manera de producir que tienen al otro lado del mundo, la normativa y controles demasiado permisivos comparada a la normativa europea de bienestar animal y medioambiente.
Hace más de 20 años que en Europa se prohibieron las hormonas de crecimiento en la alimentación de los animales por el riesgo que suponía para el consumidor, pero en Argentina o Brasil no. El brote de gripe aviar en 2022 en Europa fue catalogado como “la más devastadora” con 34 países afectados, entre ellos España y Castilla y León con 3 focos, la Unión Europea endureció los protocolos y controles de vigilancia; Brasil prolongó este año por segunda vez el estado nacional de emergencia por un brote de gripe aviar.
Pero, la agricultura que ya se ve herida por los bajos precios del cereal por la guerra de Ucrania se verá también afectada en otros cultivos como la remolacha, la soja o el maíz. La normativa europea regula los productos que los agricultores pueden utilizar, por supuesto prohibidos desde hace décadas los transgénicos, en el bloque iberoamericano no.
Las organizaciones agrarias ven el acuerdo como una amenaza real para el sector “porque no podremos competir a esos precios” y exigen “una normativa y controles sanitarios igualitarios (clausulas espejo) para los productos que entren en Europa” y que "el ministro Planas defienda el sector y por ende a los siempre perjudicados agricultores y ganaderos de este país", además de pedir “más transparencia porque se pone en riesgo la salud del consumidor”.