El lobo sigue causando estragos en la provincia de Zamora y es por ello que este miércoles, el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, se reunía con Antonio Medina, presidente de Asaja, y con cinco ganaderos afectados recientemente por un ataque de lobo.
Zamora sufre dos realidades distintas dentro de su provincia. En la zona norte, sí está permitida la caza del animal, mientras que en el sur se trata de una especie protegida.
En la temporada 2017/2018 se han abatido 30 ejemplares en el norte, cumpliendo así un 75% del cupo cinegético, algo que Castro calificaba como “positivo”. No obstante, en 2018 han sido 79 los ataques que han matado 180 cabezas.
Tras los recientes ataques en el sur de la provincia, Alberto Castro asegura que la Junta ha pedido la autorización, con un expediente de justificación, a la Dirección General del Medio Natural, para poder abatir un lobo en esa zona.
Ademas, Castro indicaba que los tiempos de pago a los ganaderos por los daños se han acortado, aunque reconocía que "los ganaderos dirán que no es suficiente y tienen razón".
Por su parte, Antonio Medina señalaba que desde Asaja han solicitado que se actúe. “Si no se caza, que se capture”, declaraba Medina, quien aseguraba que el forestal tiene localizado al animal y que en la zona se tiene miedo de que el lobo se quede allí.
El propio Medina aseguraba que el lobo se está expandiendo y que se “le está quedando pequeño su hábitat”. El presidente de Asaja no dudaba tampoco en culpar a los grupos ecologistas y les recordaba que “el que quiera lobos, que los mantenga”. “Se está despoblando Zamora, si siguen queriendo fauna, al final somos especie en extinción el agricultor y ganadero", finalizaba.