El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ha visitado esta mañana la explotación de ganado ovino de César García en la localidad palentina de Cascón de la Nava. Esta ganadería cuenta con 380 ovejas de raza churra y pertenece a la IGP Lechazo de Castilla y León desde 2012. La explotación ha obtenido dos premios en el XXXIII Concurso Morfológico de Ganado Ovino de Raza Churra celebrado en septiembre.
Jesús Julio Carnero ha valorado el “excelente trabajo que hacen nuestros ganaderos para ofrecer al consumidor un lechazo de máxima calidad. Unos animales que nacen, se crían y se sacrifican en Castilla y León como certifica la vitola con el logotipo de Tierra de Sabor”.
El consejero ha recordado que “desde la Consejería de Agricultura, Ganadería se hace un gran esfuerzo para controlar el origen de los lechazos, garantizar su trazabilidad, confirmar que cumplen los condicionantes de calidad de la IGP y de Tierra de Sabor y que los marchamos están utilizados correctamente. Esto también nos permite detectar la publicidad engañosa”.
La situación desencadenada a raíz de la pandemia de COVID-19, con el cierre del canal horeca, ha dificultado la comercialización del lechazo, por lo que se han destinado al sector del ovino 4,5 millones de euros en ayudas.
Además, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha desarrollado una serie de actuaciones para la protección de uno de los productos más emblemáticos de la Comunidad. Para ello, se ha realizado una campaña promocional de consumo del lechazo y se ha potenciado el market de Tierra de Sabor con l fin de facilitar la venta online y abrir nuevos canales de comercialización a este producto.
Control para la calidad y el origen
Para garantizar que los lechazos que llevan las vitolas de la IGP y de Tierra de Sabor cumplen los requisitos establecidos en sus respectivos pliegos de condiciones, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, la IGP Lechazo de Castilla y León, el Seprona y Consumo, en cumplimiento de las funciones que cada uno tiene atribuidas, tienen implantados programas de control sistemáticos a las figuras de calidad diferenciada y a los operadores autorizados para el uso de la marca Tierra de Sabor.
Durante el año 2020 se han realizado más de 400 controles para garantizar al consumidor que cuando compra un lechazo con la vitola del corazón amarillo tiene asegurada su procedencia y calidad.
IGP Lechazo de Castilla y León
La IGP Lechazo de Castilla y León es una figura de calidad reconocida desde el año 1997. En el año 2019 estaban inscritas 810 explotaciones y 27 industrias. Todos los lechazos amparados por la IGP también están reconocidos por la marca de garantía Tierra de Sabor.
Los lechazos de IGP son de razas autóctonas de Castilla y León: churra, castellana y ojalada. Son lechazos nacidos, criados y sacrificados en Castilla y León y que cumplen las normas de esta figura de calidad. Llevan la vitola de la IGP e integrado el logotipo de Tierra de Sabor.
Además, se sacrifican otros lechazos amparados por el distintivo del corazón amarillo. Los lechazos de Tierra de Sabor también son nacidos, criados y sacrificados en Castilla y León y cumplen un pliego de condiciones técnicas de calidad. No son de las razas autóctonas anteriormente citadas pero cumplen unos altos requisitos de calidad.
En total, operan bajo estos marchamos de calidad y origen alrededor de 1.500 explotaciones que comercializan más de 2.200 toneladas de lechazo anualmente, lo que representa un valor económico de más de 23 millones de euros.
Lechazo, producto de calidad
El lechazo es un producto de excelente calidad, vinculado fuertemente al territorio de Castilla y León que además es uno de los abanderados gastronómicos de la Comunidad. Es sinónimo de tradición y se trata de un producto altamente sostenible y natural, lo que le otorga valores añadidos que los consumidores demandan a la hora de escoger qué comer.
El consumo de lechazo suele estar asociado a las fechas navideñas, pero se trata de un producto que no tiene un carácter productivo estacional, ya que las granjas tienen lechazo todo el año.
El lechazo es un alimento rico en proteínas de alto valor biológico y con un importante contenido en aminoácidos esenciales. Entre sus beneficios también destaca la capacidad para regular el funcionamiento del sistema cardiovascular a través de la vitamina B. De hecho, una ración de chuletillas aporta el 40 % de la ingesta recomendada de niacina y vitamina B. Por lo tanto, se trata de un alimento aconsejable para una dieta equilibrada.